13/5/2009. 17:24. Misna. Son 50 y no 38, como habían difundido en un primer momento las autoridades locales, los civiles que perdieron la vida en el bombardeo de un hospital provisional en Mullaivaikal, en el noreste del país,...escenario de una fuerte ofensiva del ejército de Colombo contra los rebeldes separatistas de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE). Lo afirmaron fuentes médicas de la estructura sanitaria ante órganos de la prensa internacional, y precisan que en el bombardeo resultaron heridas también unas sesenta personas.
No ha quedado claro si el ataque –que ocurrió poco después de otro bombardeo parecido de artillería, en el que murieron 49 personas– fue llevado a cabo por el ejército o los rebeldes tamil. Hoy también el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) comunicó que uno de sus trabajadores murió en los combates junto a su madre. “Los dos fueron alcanzados por un disparo de obús” informó un portavoz de ICRC sin precisar quien –ejército o rebeldes– fue responsable del ataque. Colombo, mientras tanto, negó las acusaciones de los rebeldes según los cuales es el ejército el que lleva a cabo los bombardeos. El gobierno afirma haber ordenado a los militares hace semanas evitar el uso de armas pesadas para no causar víctimas civiles, pero en el pasado también las fuentes locales de la ONU habían confirmado que los ataques proseguían. Un llamado a una tregua fue difundido por la organización ‘Caritas Internationalis’, según la cual los peligros para la población civil son tan grandes “que sólo un inmediato cese del fuego bilateral podría garantizar su protección”. Las agencias humanitarias “tienen que poder ayudar a todas las personas afectadas –denunció Lesley-Anne Knight, secretaria general de la organización humanitaria– pero nuestros operadores lamentan la falta de asistencia médica, comida y agua potable, y sufren traumas muy fuertes” y definen como “inaceptable” la continuación de las operaciones. Durante una reunión que se desarrolló ayer entre el presidente Mahina Rajapaksa, los obispos católicos y los responsables de Caritas, el jefe de estado anunció la apertura de tres nuevos campamentos para desplazados en Jaffna, Trincomalee, y Mannar. Según las fuentes de la ONU siguen siendo 50.000 (más de 100.000 según otros) los civiles atrapados en la ‘zona de seguridad’ en la costa del distrito de Mullaitivu en el noreste del país.
