Misna. Vencida la fecha límite de 45 días para el retiro voluntario de los que no pertenecen a las comunidades originarias, la policía federal empezó con las operaciones de expulsión de los grandes cultivadores de arroz (‘arrozeiros’), de los latifundistas y de los campesinos que siguen ocupando de manera ilegal la tierra indígena de Raposa/Serra do Sol en el norte del estado de Amazonas de Roraima. Con una decisión que tendrá consecuencias también sobre las tierras indígenas todavía por delimitar, el Tribunal Supremo Federal de Brasil se había pronunciado a mediados de marzo y había afirmado que los cultivadores tenían que alejarse, así como había definido la homologación en la zona de Raposa, 1,7 millones de hectáreas habitadas por 17.000 indígenas Macuxi, Wapixana, Ingarikó, Patamona, y Taurepang, ya firmada por el presidente Lula en el 2005 luego de un procedimiento legal que duró casi 30 años.El jefe de los ‘arrozeiros’, Paulo César Quartiero, acusado de muchos episodios de violencia en contra de nativos de los pueblos originarios y daños al medio ambiente, resistió casi 12 horas al retiro forzoso y opuso una patrulla de 25 agentes. Su ‘Fazenda Providência’, según informan los diarios brasileños, fue otorgada por el ‘tuxaua’ (jefe indígena) Avelino Pereira de la comunidad de Santa Rita a 10 familias de nativos que vivirán de la agricultura. Las autoridades locales calculan que el retiro forzoso de los ocupantes de Raposa va a seguir, entre las tensiones, durante por lo menos dos semanas más.
