12/5/2009. 15:52. Misna. “Debido a los intensos combates en la playa de Mullaivaikal el barco ‘Green Ocean’ está regresando a Trincomalee sin haber podido ni desembarcar las ayudas humanitarias ni evacuar a los heridos: vamos a volver a intentarlo mañana”:...la grave situación en el terreno donde se encuentran atrapados decenas de miles de civiles fue confirmada a la MISNA por el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC), Sarasi Wijeratne.
Esta mañana una fuente médica del hospital provisional organizado en Mullaivaikal afirmó a las fuentes de prensa internacionales que reiterados disparos de artillería y mortero alcanzaron la estructura médica y mataron a 49 personas, dejando decenas de heridos. El campamento se encuentra en los 3 kilómetros cuadrados de la ‘zona de seguridad’ donde las fuerzas armadas de Sri Lanka y los rebeldes de los ‘Tigres para la Liberación de la Patria Tamil’ (LTTE) siguen luchando a muerte, y donde se encuentran atrapados por lo menos 50.000 civiles (más de 100.000 según otras fuentes). El sitio internet cercano a la rebelión ‘TamilNet’ denunció ayer un ataque aéreo que ocurrió entre el sábado y el domingo en la zona donde están atrapadas decenas de miles de personas y que causó por lo menos 2.000 víctimas (son 1.200 los cuerpos encontrados), cálculo que luego subió a más de 3.200. En un comunicado las Naciones Unidas estimaron que hubo por lo menos mil muertos, entre los cuales un centenar de niños, y definió el ataque como un “baño de sangre” mientras que el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon manifestó su grave desazón. Mientras tanto, en el ‘Palacio de Vidrio’ de Nueva York aumenta la movilización de algunos gobiernos para que el tema se discuta oficialmente en el Consejo de Seguridad de la ONU. “Estamos absolutamente convencidos de que la situación de los civiles en el noreste de Sri Lanka merece la atención de las Naciones Unidas a todos los niveles”, afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores británico David Miliband, luego de una reunión con las organizaciones no gubernamentales convocada por iniciativa conjunta de los ministros de Asuntos Exteriores de Francia Bernard Kouchner y de Austria, Michel Spindelegger, y en la que participaron también ocho miembros del Consejo de Seguridad. Miliband añadió que no compartía la opinión de algunos miembros del Consejo de Seguridad según los cuales la crisis en Sri Lanka es un “asunto interno” del país, y objetó que la crisis “involucra un gran número de pérdidas y sufrimientos entre los civiles. Afecta a la región y la credibilidad de un miembro de las Naciones Unidas que se había comprometido a no utilizar la artillería pesada para alcanzar su objetivo de reprimir una organización terrorista. Éstos son temas fundamentales que para nosotros, miembros europeos del Consejo de Seguridad, vienen al caso”. En su intervención Milliband definió lo que está ocurriendo en el noreste de Sri Lanka como “una guerra sin testigos”. Los representantes del Reino Unido y Francia, que la semana pasada habían visitado Colombo y a los cuales el gobierno ceilanés les había garantizado que se habría protegido a los civiles, se definieron como listos para “hablar con los otros colegas”, compromiso al que se sumó el representante austríaco. Hasta el momento el Consejo de Seguridad organizó solo un encuentro “informal” sobre la crisis humanitaria en Sri Lanka, ya que no existe el acuerdo necesario para una sesión oficial. Fuentes diplomáticas informan que los que se oponen son China y Rusia, países que tienen derecho al veto, pero también Vietnam y Japón. Por su parte los Estados Unidos recientemente bloquearon un préstamo del Fondo Monetario Internacional a Colombo como medida de presión.
