30 de diciembre de 2011

La Fiesta de la Sagrada Familia

Por
En el Oficio de Lectura de las Horas, leemos en la fiesta de la Sagrada Familia una afortunada alocución del Papa Pablo VI en su visita en 1964 a Nazaret.

Dice el Papa: "Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio.
Aquí aprendemos a observar, a escuchar, a meditar a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencillez humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aquí se aprende incluso, quizá de una manera casi insensible, a imitar esta vida. Aquí se nos revela el método que nos hará descubrir quién es Cristo. Aquí comprendemos la importancia que tiene el ambiente que rodeó su vida durante su estancia entre nosotros y lo necesario que es el conocimiento de los lugares, los tiempos, las costumbres, el lenguaje, las costumbres y las prácticas religiosas, en una palabra, de todo aquello de lo que Jesús se sirvió para revelarse al mundo. Aquí todo habla, todo tiene un sentido. Aquí en esta escuela, comprendemos la necesidad de una disciplina espiritual si queremos seguir las enseñanzas del Evangelio y ser discípulos de Cristo. ¡Cómo quisiéramos ser otra vez niños y volver a esta humilde pero sublime escuela de Nazaret! ¡Cómo quisiéramos volver a empezar, junto a María, nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría de la verdad divina!
Pero estamos aquí como peregrinos y debemos renunciar al deseo de continuar en esta casa el estudio, nunca terminado, del conocimiento del Evangelio. Mas no partiremos de aquí sin recoger rápida, casi furtivamente, algunas enseñanzas de la lección de Nazaret.
Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que se renovara y fortaleciera en nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para nosotros, que estamos aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la doctrina de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve. Se nos ofrece además una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irreemplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social.
Finalmente, aquí aprendemos también la lección del trabajo. Nazaret, la casa del hijo del artesano: cómo deseamos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidamente; restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo no puede ser un fin en sí mismo, y que su dignidad y la libertad para ejercerlo no provienen tan sólo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que lo encauzan hacia un fin más noble.
Queremos finalmente saludar desde aquí a todos los trabajadores del mundo y señalarles al gran hermano, al gran modelo divino, al defensor de todas sus causas justas, es decir a Cristo, nuestro Señor."
20. Hemos celebrado la Navidad. José y María tienen un hijo y han constituido una familia. La liturgia nos ha introducido en los treinta años de la vida oculta de Nazaret para proponemos en las tres lecturas bíblicas, una breve teología de la familia. Entremos con respeto en la casa de Nazaret, mitad gruta, mitad casa. No vemos el confort que hace la ilusión de tantos, pero es rica en aquello que todos buscan afanosamente: el amor y la mutua comprensión. No se escuchan voces ásperas, ni se ven caras duras, ni gestos desabridos, ni actitudes de rebeldía. Es una familia unida, modelo de todas las familias.
21.-María faena en las cosas propias de una sencilla mujer de pueblo. Hila y teje, barre y lava, cocina, muele el trigo y amasa el pan de cada día. Adosado a la casita, vemos el cobertizo-taller de José. Aquí, desde que sale el sol hasta que se pone, la sierra y el martillo marcan el ritmo de un trabajo duro, necesario para el sustento de la familia. Trabajo convertido en oración, realizado como expresión de la voluntad de Dios. Jesús niño, y adolescente, sirve a María y ayuda a José. Sus manos se endurecen y su frente se baña en sudor con el trabajo manual. Del taller de Nazaret saldrá para cambiar la faz del mundo, con la predicación del Reino.
22. La familia de Nazaret es pobre, pero es feliz, la más feliz de las familias que han existido sobre la tierra, pero no exenta de dificultades. Tuvo sus problemas y angustias. Bajo la amenaza de muerte dictada por un déspota, tuvo que huir de noche buscando refugio en un país extranjero con los sufrimientos consiguientes, fácilmente imaginables si pensamos en los actuales catorce millones de refugiados esparcidos en todos los puntos cardinales huyendo de persecuciones políticas y religiosas. José lleva una vida de sobresalto: "Coge al Niño y a su madre y vete a Egipto. Herodes quiere matar al Niño". Jesús Niño que ha tenido que huir, va aprendiendo también que será ejecutado en la cruz, como los malhechores. "Nosotros morimos con razón, pero éste ¿qué mal ha hecho?". Y en el evangelio de hoy encontramos a la Sagrada Familia viviendo en Jerusalén uno de los mayores dramas humanos. Jesús, que ha cumplido los doce años, inaugura su adolescencia con un episodio de “ruptura” con la familia. Es la escena de Jesús perdido y hallado en el templo. ¡Qué ansia mortal para sus padres durante aquellos tres días, presagio para María de aquella “espada que le traspasará el alma”. María le dice: “Hijo, ¿por qué nos has tratado así?". “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo había de estar en la casa de mi padre?”.
23. Ellos no le comprendieron. Pero aceptaron. Tampoco nosotros comprendemos, pero razonamos. Tratamos de buscar argumentos para justificar lo que pedimos, lo que deseamos, lo que buscamos. Quisiéramos que las cosas sucedieran como las planeamos nosotros, en cambio, “María conservaba todo esto en su corazón”. Así desde el anuncio del arcángel y el nacimiento del Hijo. Conservarlo, meditarlo, callarlo, absorberse en la contemplación. Lo ha llevado en su seno nueve meses, y le dio el pecho, y su leche se convertía en sangre de Dios. Y ella contemplaba, asombrada, abrumada. Lo estrechaba entre sus brazos y le decía: ¡Pequeñín mío!, pero se quedaba pensativa, y se decía: Es Dios, y la invadía un temor religioso. Dios estaba mudo, sólo reía, sonreía, lloraba. Los ángeles habían hablado y cantado, este terrible Niño, su Niño lindo y amable, no hablaba, callaba. ¡Qué enigma para una Madre que es Madre de Dios! Todas las madres se sienten atraídas por ese trozo de su carne que es su niño, y se sienten como en el exilio ante esta nueva vida, que ha sido hecha con la suya. Pero ningún niño ha sido jamás más rápidamente arrancado a su madre, porque él es Dios, y está por encima de todo lo que Ella puede imaginar. Pero, simultáneamente siente que el Cristo es su hijo, su pequeño, lo mira y piensa: Este Dios es hijo mío, esta carne divina es mi carne, está hecha de mí; tiene mis ojos, y esa forma de su boca es la forma de la mía, se parece a mí. Es Dios y se parece a mí. Tiene a su Dios para ella sola: un Dios crío al que puede coger en brazos y cubrirlo de besos; y que vive, y que da vida. Quisiera lograr la expresión de audaz ternura y timidez con que alarga sus dedos para tocar la dulce pequeña piel de este crío-Dios, cuyo pequeño peso cálido sintió sobre sus rodillas mientras le sonríe.
24 Jesús, José y María, sed el consuelo y la fuerza de todas las familias de la tierra para que sean trasuntos fieles de vuestra Sagrada Familia, renovando el empeño en el comienzo del Año Nuevo, que el Señor nos concede por su gracia. Visitadnos ahora y hacednos fuertes con la gracia de la Eucaristía. Amén.

29 de diciembre de 2011

Los orígenes de la Navidad

Por
Benedicto XVI explica el misterio de la Navidad
LA DIFUSIÓN DE LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA DE LA NAVIDAD FUE RÁPIDA. EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO IV SE VA EXTENDIENDO POR TODO EL MUNDO CRISTIANO: POR EL NORTE DE AFRICA (AÑO 360), POR CONSTANTINOPLA (AÑO 380), POR ESPAÑA (AÑO 384) O POR ANTIOQUÍA (AÑO 386). EN EL SIGLO V LA NAVIDAD ES UNA FIESTA CASI UNIVERSAL.

Texto sobre los orígenes de la celebración de la Navidad
Los cristianos de la primera generación, es decir, aquellos que escucharon directamente la predicación de los Apóstoles, conocían bien y meditaban con frecuencia la vida de Jesús. Especialmente los momentos decisivos: su pasión, muerte redentora y resurrección gloriosa.
También recordaban sus milagros, sus parábolas y muchos detalles de su predicación.
Era lo que habían oído contar a aquellos que habían seguido al Maestro durante su vida pública, que habían sido testigos directos de todos aquellos acontecimientos.
Acerca de su infancia sólo conocían algunos detalles que tal vez narrara el propio Jesús o su Madre, aunque la mayor parte de ellos María los conservaba en su corazón.
Cuando se escriben los evangelios sólo se deja constancia en ellos de lo más significativo acerca del nacimiento de Jesús. Desde perspectivas diferentes, Mateo y Lucas recuerdan los mismos hechos esenciales: queJesús nació en Belén de Judá, de la Virgen María, desposada con José, pero sin que Ella hubiese conocido varón. Además, hacia el final de los relatos sobre la infancia de Jesús, ambos señalan que después fueron a vivir a Nazaret.
Mateo subraya que Jesús es el Mesías descendiente de David, el Salvador en el que se han cumplido las promesas de Dios al antiguo pueblo de Israel. Por eso, como la pertenencia de Jesús al linaje de David viene dada por ser hijo legal de José, Mateo narra los hechos fijándose especialmente en el cometido del Santo Patriarca.
Por su parte, Lucas, centrándose en la Virgen —que representa también a la humanidad fiel a Dios—, enseña que el Niño que nace en Belén es el Salvador prometido, el Mesías y Señor, que ha venido al mundo para salvar a todos los hombres.

Los primeros cristianos no celebraban el cumpleaños
En el siglo II el deseo de saber más sobre el nacimiento de Jesús y su infancia hizo que algunas personas piadosas, pero sin una información histórica precisa,inventaran relatos fantásticos y llenos de imaginación. Se conocen algunos a través de los evangelios apócrifos. Uno de los relatos más desarrollados sobre el nacimiento de Jesús contenido en los apócrifos es el que se presenta en el llamado Protoevangelio de Santiago, según otros manuscritos, Natividad de María, escrito a mediados del siglo II.
En las primeras generaciones de cristianos la fiesta por excelencia era la Pascua, conmemoración de la Resurrección del Señor. Todos sabían bien en qué fechas había sido crucificado Jesús y cuándo había resucitado: en los días centrales de la celebración de la fiesta judía de la Pascua, en torno al día 15 de Nisán, es decir, el día de luna llena del primer mes de primavera. Sin embargo, posiblemente no conocían con la misma certeza el momento de su nacimiento. No formaba parte de las costumbres de los primeros cristianos la celebración del cumpleaños, y no se había instituido una fiesta particular para conmemorar el cumpleaños de Jesús.

La fecha del 25 de diciembre
Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano el año 221. La primera referencia directa de su celebración es la delcalendario litúrgico filocaliano del año 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natus Christus in Betleem Iudeae (“el 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”). A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la oriental prevalece la fecha del 6 de enero.
Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por ese día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año. Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los Padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como «sol de justicia» (Ma 4,2) y «luz del mundo» (Jn 1,4ss.).
Sin embargo, no hay pruebas de que esto fuera así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución.

La relación entre pasión y encarnación
Otra explicación más plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jesús de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33). En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero.
La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia con la mentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí.
Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán.
El arte cristiano ha reflejado esta misma idea a lo largo de la historia al pintar en la Anunciación de la Virgen al niño Jesús descendiendo del cielo con una cruz.
Así pues, es posible que los cristianos vincularan la redención obrada por Cristo con su concepción, y ésta determinara la fecha del nacimiento. “Lo más decisivo fue la relación existente entre la creación y la cruz, entre la creación y la concepción de Cristo” (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, 131).
La difusión de la celebración litúrgica de la Navidad fue rápida. En la segunda mitad delsiglo IV se va extendiendo por todo el mundo cristiano: por el norte de Africa (año 360), por Constantinopla (año 380), por España (año 384) o por Antioquía (año 386). En el siglo V la Navidad es una fiesta casi universal.

FRANCISCO VARO Profesor de Sagrada Escritura en la Facultad Teología de la Universidad de Navarra.

22 de diciembre de 2011

¡MIRA QUE ERES LOCO!

Por
Nos han dicho que quieres volver a nacer esta Navidad.
Mira que eres loco ¿eh?
¿Pero no ves lo que somos y lo que estamos haciendo?
Y, sin embargo, Tú quieres venir.

Ya no sé si con tu gesto testarudo de volver cada Navidad
estás pretendiendo decirnos algo.
Que tenemos que dejar de ser lobos
para volver a ser hermanos.
Que no perdamos mucho tiempo en criticar
y nos pongamos seriamente a trabajar.

Que nadamos en abundancia
mientras hay hermanos, nuestros y tuyos,
que sufren hambre de pan, de cultura, de libertad y dignidad.
Que Tú tienes un mensaje que se llama Evangelio
que todavía no es Buena Noticia para todos,
porque nosotros lo malinterpretamos y malvivimos.

Que tenemos miedo de vivir
y cerramos nuestro corazón a los hermanos.
Que nos preocupamos mucho por nosotros,
y nos justificamos ante Ti dando limosnas.
Que no sabemos compartir,
y que Tú sigues encontrando nuestras puertas cerradas.

Si es así, Jesús,
ven a nuestras casas en esta Navidad.
Ven a nuestra ciudad, a nuestra parroquia,
a nuestro grupo.
Ven a nuestro mundo.
Y ven, antes que nada,
a nuestro corazón.

Navidad no es sólo el 25 de diciembre. Navidad es cualquier día en que un hombre se acerca a otro hombre para llamarle hermano y lo trata como hermano.
Tom Dooley

21 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Por

16 de diciembre de 2011

Es un acuerdo de mínimos y con un calendario demasiado lento

Por
Cáritas. 9 de diciembre de 2011
“Desde nuestro punto de vista, el acuerdo de Durban ha sido un acuerdo de mínimos para salvar las negociaciones y el calendario propuesto es demasiado lento, ya que el cambio climático está provocando ya daños importantes a las poblaciones más desfavorecidas”. Esta es la reflexión de alcance que han transmitido esta misma mañana desde Durban Martín Lago e Inmaculada Cubillo, los dos representantes de Cáritas Española que participan en la Cumbre del Clima.
Necesidad de acciones inmediatas
En su análisis preliminar sobre los resultados de este decisivo encuentro para el futuro del cambio climático alertan también que “la posibilidad de entrar en un vacío después del primer período de Kyoto ha impulsado a los países a comprometerse a negociar un acuerdo climático vinculante, que, en el mejor de los escenarios, tomaría forma en 2015 y comenzaría a implementarse en 2020”. Esto significaría que el tiempo se estaría echando literalmente encima de los países en situación más vulnerable ante los efectos del cambio climático.
Por esa razón, los delgados de Cáritas Española insisten en la necesidad de “emprender acciones inmediatas a nivel de las comunidades y de la sociedad en general, tanto para dar a conocer esta realidad y tratar de tomar medidas adecuadas, como para mejorar las capacidades de las regiones más afectadas y ayudarlas a adaptarse a las nuevas condiciones climáticas”.
En palabras de Martín Lago, “esto supone reducir su vulnerabilidad ambiental conservando sus derechos, sobre todo en el caso de comunidades indígenas, poblaciones costeras o que viven en márgenes de ríos, agricultores tradicionales y todos aquellos cuyo medio de vida depende de los servicios ambientales”.

Reducir nuestra huella ecológica como consumidores
Desde Durban, Cáritas está lanzado también un llamamiento a la opinión pública mundial para impulsar “una sensibilización dirigida a reducir la huella ecológica de la sociedad, promocionando un estilo de vida más austero, más solidario y menos contaminante.
“Las opciones que tenemos como consumidores son enormes –explican Inma Cubillo y Martín Lago--, por tanto debemos primar las que favorecen un uso racional de los recursos y el trabajo digno de las personas. El comercio justo, el disfrute de los espacios naturales y el uso racional del transporte y la energía, son elementos clave que debemos considerar cotidianamente”.

CUMBRE CLIMA DURBAN CÁRITAS
http://cristianismoyecologia.blogspot.com/

15 de diciembre de 2011

Carta de Navidad desde Oteiza

Por
Monasterio de Oteiza 2011 Como cada año, nos acercamos a vosotros para comunicaros a grandes rasgos lo vivido en el transcurso del año. CARTA DE NAVIDAD

14 de diciembre de 2011

Cáritas reclama en Durban «un acuerdo vinculante en el que las personas sean el centro de las negociaciones»

Por
Cáritas. 7 de diciembre de 2011
La Cumbre sobre cambio climático convocada por las Naciones Unidas que se celebra en la ciudad sudafricana de Durban entra en su recta final, con la llegada de los ministros de todas las delegaciones oficiales para cerrar las negociaciones para alcanzar un nuevo acuerdo que sustituya el Protocolo de Kyoto, que expira en 2012.
Como explica desde Durban Martín Lago, uno de los dos expertos de Cáritas Española, que están participando en las sesiones de la Cumbre, “la Unión Europea desea un segundo período de vigencia del Protocolo de Kyoto, mientras que Estados Unidos exige un fuerte compromiso de las economías emergentes para sumarse a cualquier acuerdo vinculante. Pero, por otro lado, aunque China es receptiva a un compromiso legal, India no está dispuesta a ello y Brasil mantiene una posición ambigua, que contrasta con su apoyo histórico a la causa ambientalista”.
“Respecto al fondo verde --añade-- hay algunos países que quieren abrir de nuevo el debate sobre su definición, y esto se contempla como un riesgo que retrasaría su puesta en funcionamiento”. Con respecto a las fuentes de financiación, Martín asegura que “están fuera de la agenda y será el mismo fondo verde el que establezca un comité que identifique estas fuentes, que serán una mezcla de públicas y privadas”.
“Los delegados de los Gobiernos centroamericanos –subraya Martín Lago-- se han alarmado cuando la Convención no considera Centroamérica como zona de máximo riesgo climático, al igual que los Estados insulares, cuando el trabajo de Cáritas testimonia una elevadísima vulnerabilidad ambiental en Centroamérica”.
Tal y como recuerda este experto, “la propuesta de Cáritas en Durban pasa por considerar un imperativo la obtención de un acuerdo legal vinculante tras esta cumbre, ya que el Protocolo de Kioto expira en 2012. Por otra parte, las acciones emprendidas para adaptar a las poblaciones más vulnerables al cambio climático han resultado insuficientes. Es necesario un compromiso político mucho mayor”. Y añade: “Cáritas apuesta por poner a las personas en el centro de las negociaciones. Esto implica un fuerte compromiso político y una transformación económica para garantizar el derecho a la alimentación y a la dignidad de la familia global”.

Encuentro del cardenal Maradiaga con la Delegación oficial española
El presidente de Cáritas Internationalis, cardenal Oscar Rodriguez Maradiaga, mantuvo el pasado lunes 5 de diciembre un encuentro con los miembros de la Delegación del Gobierno español que participa en la Cumbre, integrada por Alicia Montalvo, directora de la oficina de Cambio Climático, y Paz Valiente, subdirectora general de Impactos y Adaptación de la misma oficina. Junto a ellos estuvieron presentes Martin Lago e Inmaculada Cubillo, los dos expertos de Cáritas Española que han acudido a la Cumbre, así como Patricio E. Sarlat, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Cáritas México, y Marco Gordillo, de CIDSE.
En ese encuentro, el cardenal señaló que la cuestión del cambio climático no debe limitarse a un debate de tipo financiero, sino que también es un tema científico sobre el que hay que escuchar las evidencias, como, por ejemplo, lo que sucede en Centroamérica, donde ya no afectan sólo los eventos climáticos del Caribe sino también los del Atlántico.
“Hay que traer la ética a las negociaciones –afirmó el purpurado-, porque el cambio climático afecta a las personas, especialmente a las más pobres, y en tiempos de crisis lo primero que se toca siempre es el dinero de los pobres”.
Para las dos representantes del Gobierno español, si se reduce la negociación al debate financiero, es probable que no se llegue a ningún sitio, aún más con la presencia de la crisis. Para Alicia Montalvo y Paz Valiente, se trata también de un debate medioambiental, con el que la Unión Europea está muy comprometida, aunque no tiene mucho margen de negociación. Según estas delegadas, se necesita un margen de confianza entre todos los negociadores y recordar que los países en desarrollo tienen su propia voz y compromisos, por lo que no hay que reducir la negociación a donantes y receptores, ya que todos tienen algo que aportar.
En la reunión, el presidente de Cáritas Internationalis señaló que la ciudadanía no está bien informada, porque sobre este tema se da una información muy técnica y política, sin acercarla a las personas. Por eso subrayó la importancia de la comunicación alternativa que hace Cáritas, con un trabajo comunitario de concienciación y prevención de daños por el cambio climático.

CUMBRE CLIMA DURBAN CÁRITAS
http://cristianismoyecologia.blogspot.com/

13 de diciembre de 2011

Estad siempre alegres

Por
Tercera semana de Adviento

El testimonio de la alegría es uno de los más necesarios. Algo central del Evangelio que tenemos muy olvidado. Pero no una alegría barata que se puede alquilar por horas ni se mide entre risa y risa o entre fiesta y fiesta. Ni siquiera brota al tener cubiertas nuestras necesidades.
La alegría cristiana es don de Dios, por lo tanto es regalo. Surge sin apenas darnos cuenta desde lo profundo del corazón y se manifiesta en el tono con que hacemos y vivimos las cosas. Es la certeza de sentirme amado y salvado.
Una alegría que necesariamente es expansiva y que necesita ser comunicada. Nuestro mundo está cansado de ver cristianos con perpetua cara de viernes santo. Ladrones de alegría especialistas en ácido, ironías y mal humor. Una alegría que no deja de abrazar la cruz y sabe que sin ella nunca será completa. La alegría es el mejor argumento de la fe. Un autor espiritual recoge en uno de sus textos las palabras de un aprendiz de ateo que decía: “Tengo necesidad de veros siempre tristes porque entonces me siento tranquilo y me convenzo una vez más de que Dios, no existe. El único momento en que me entran dudas, en que comienzo a sospechar que lo que cuentan en la Iglesia no son patrañas y que Dios puede que exista, es cuando os veo alegres”.
Alegres en todos los momentos y circunstancias de la vida, alegres aunque se derrumben nuestros planes, alegres aunque las lágrimas rueden de impotencia por nuestras mejillas porque sabemos, que en el fondo de nuestra vida, está Él y nunca nos dejará.

¿Cómo estás de alegría? ¿Posees un tono vital alegre o generalmente en todo lo que haces y dices se trasluce el amargor interno? ¿Es el Señor tu alegría? ¿Qué te falta o qué te sobra? ¿En medio del dolor eres capaz de encontrar razones para la alegría? ¿Transmites alegría a los demás? ¿Eres apóstol de alegría o vendedor de tormentas?

ORAR EN ADVIENTO

Nos alegramos en ti, Señor,
porque eres nuestra dicha,
nuestra suerte permanente.

A veces los hombres se afanan
porque les toque la lotería,
en el juego de la vida.
Creen que serán felices
cuando tengan más y más,
sin darse cuenta de que todo se acaba
como el vino en la bodega.

Pero tú eres nuestro gozo,
eres la dicha inacabable.
Allí donde todo termina te acercas tú.
Allí donde todo parece perder la esperanza
tú abres puertas de par en par.

Por eso tú eres nuestra alegría,
nuestro gozo en los callejones sin salida,
casi sin darnos cuenta.

Tú transformas nuestra existencia
en la alegría saboreada día a día. Amén.

7 de diciembre de 2011

Nuevo Comité Nacional de Asociados Laicos

Por



Desde el blog queremos dar la bienvenida al nuevo Comité Nacional de Asociados Laicos que como todos sabéis se constituyó el pasado sábado 3 de diciembre en el XI Encuentro Nacional de Asociados Laicos. Quedó constituído por los siguientes miembros:
Eduardo Duro (Jaén 1)
Juanjo López (Valencia 2)
Patricia Pizarro (Guardamar)
Paco Ruíz (Jaén 2)
Desde aqui os agradecemos vuestra disponibilidad y servicio para trabajar por los laicos de España unidos a todas las demás vocaciones, y por supuesto agradecer al Comité saliente la labor que ha realizado durante estos últimos 4 años y el esfuerzo por estimular y reforzar el espíritu de Familia, acogida y apoyo a todos los miembros de la Familia. Además de estas nuevas incorporaciones, existen tres miembros más que aunque no cambian forman parte del Comité Nacional: Pilar García (Responsable Nacional y apostólica), Lidia Lizarraga (apostólica que acompaña los grupos de Alcalá 1 y 2) y Antonio Garrido (Líder europeo de los laicos que por derecho al ser nombrado se incorpora al Comité Nacional de su país). En la foto que está publicada sobre estas lineas, entre Juanjo y Patricia, aparece Javier Olmedo en representación de Eduardo Duro pues no estaba presente en la Asamblea cuando se nombró a los nuevos miembros del Comité.

4 de diciembre de 2011

Buena noticia

Por
4 de diciembre de 2011
2 Adviento
Marcos 1, 1-8

A lo largo de este nuevo año litúrgico los cristianos iremos leyendo los domingos el evangelio de Marcos. Su pequeño escrito arranca con este título: «Comienza la Buena Noticia de Jesucristo, Hijo de Dios». Estas palabras nos permiten evocar algo de lo que encontraremos en su relato.
Con Jesús «comienza» algo nuevo. Es lo primero que quiere dejar claro Marcos. Todo lo anterior pertenece al pasado. Jesús es el comienzo de algo nuevo e inconfundible. En el relato, Jesús dirá que "el tiempo se ha cumplido". Con él llega la Buena Noticia de Dios.
Esto es lo que están experimentando los primeros cristianos. Quien se encuentra vitalmente con Jesús y penetra un poco en su misterio, sabe que empieza una vida nueva, algo que nunca había experimentado anteriormente.
Lo que encuentran en Jesús es una «Buena Noticia». Algo nuevo y bueno. La palabra «Evangelio» que emplea Marcos es muy frecuente entre los primeros seguidores de Jesús y expresa lo que sienten al encontrarse con él. Una sensación de liberación, alegría, seguridad y desaparición de miedos. En Jesús se encuentran con "la salvación de Dios".
Cuando alguien descubre en Jesús al Dios amigo del ser humano, el Padre de todos los pueblos, el defensor de los últimos, la esperanza de los perdidos, sabe que no encontrará una noticia mejor. Cuando conoce el proyecto de Jesús de trabajar por un mundo más humano, digno y dichoso, sabe que no podrá dedicarse a nada más grande.
Esta Buena Noticia es Jesús mismo, el protagonista del relato que va a escribir Marcos. Por eso, su intención primera no es ofrecernos doctrina sobre Jesús ni aportarnos información biográfica sobre él, sino seducirnos para que nos abramos a la Buena Noticia que sólo podremos encontrar en él.
Marcos le atribuye a Jesús dos títulos: uno típicamente judío, el otro más universal. Sin embargo reserva a los lectores alguna sorpresa. Jesús es el «Mesías» al que los judíos esperaban como liberador de su pueblo. Pero un Mesías muy diferente del líder guerrero que muchos anhelaban para destruir a los romanos. En su relato, Jesús es descrito como enviado por Dios para humanizar la vida y encauzar la historia hacia su salvación. Es la primera sorpresa.
Jesús es «Hijo de Dios», pero no dotado del poder y la gloria que algunos hubieran imaginado. Un Hijo de Dios profundamente humano, tan humano que sólo Dios puede ser así. Sólo cuando termina su vida de servicio a todos, ejecutado en una cruz, un centurión romano confiesa: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios". Es la segunda sorpresa.
José Antonio Pagola

Domingo 2º Adviento

Por
Monasterio Sagrada Familia (Oteiza de Berrioplano)
Texto-homilía del Capellán, Ramón Sánchez-Lumbier

“¡Preparadle el camino al Señor!”. Lo pide la Iglesia hoy, y antes lo hicieron Isaías y Juan el Bautista. Todos avivando la esperanza y llamando a conversión. Porque el Señor está cerca. El pueblo sufría y clamaba y su Dios, conmovido, suscitaría gente que proporcionó aliento y consuelo: “Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios.” (cf. 1ª lect.).
Hermanas y amigos: se acaba el tiempo de la desgracia. Con alegría, hay que preparar el corazón porque viene el Señor. El heraldo de Jerusalén lo anunció: “Aquí está vuestro Dios. Mirad: Dios, el Señor llega con fuerza...”, poniendo corazón y vida, con inmensa ternura, “como un pastor lleva en brazos los corderos, cuida de las madres” (cf. 1ª lect.).
¿Cómo resuena hoy la Palabra de Dios? ¿Qué ecos encuentra en tu corazón? No vivimos aquí la angustia de la deportación ni sufrimos, al parecer, el yugo despótico de nada ni de nadie. Cierto es que no nos faltan problemas, personales y sociales. Más aún, tenemos la certeza de que en España y en el mundo van haciéndose más graves y más extensos. Y nos preocupan. Todos estamos “globalizados”. Somos convecinos de una “aldea global”, muy frágil aún, a pesar de no pocos progresos y triunfos en casi todos los campos. Gracias a Dios, sí, nos sabemos indigentes y queremos hacer nuestro el clamor del salmista: “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación” (sal. resp.)
Adviento es, ante todo, tiempo para resituar mejor la esperanza en el Señor. El que ya vino en la humildad de nuestra carne es el “que vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos”. Por eso, se nos decía: “No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan…” (2ª lect.)
Se trata, sí, de clara exhortación a la fortaleza. ¿Cómo, si no, entender cuanto sigue?: “Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia”... “Esperad y apresurad la venida del Señor…; por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables”. Ciertamente, se trata de un esperar muy original, creativo e innovador. Adviento es tiempo también para prepararnos a la fiesta de Navidad. Todo el Antiguo Testamento culminaría en ella y el mismo Bautista vivió para darlo a conocer: “Está escrito en el profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.” (cf. ev.). Y todos nosotros, a Dios gracias, podemos asumir ahora la convicción del salmo: “y todos verán la salvación del Señor” (cf. versículo del aleluya). Sí, “voy a escuchar lo que dice el Señor: ‘Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos’. La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra” (sal. resp.).
Queridas hermanas y amigos: era anuncio de gracia en el AT, pero la gran novedad estaba por llegar. Lo dice san Marcos: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. Había sido intuido por Juan el Bautista, “el mayor de los profetas” de la Antigua Alianza. Era la voz que gritaba en el desierto: “Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos.” El Precursor daba paso al Mesías y se retiraba de la escena: “puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias…; él os bautizará con Espíritu Santo.” (cf. ev.)
Libertad y justicia, verdad y perdón, salud, bienestar, amor y paz es lo que todos precisamos y anhelamos. Dios sigue con nosotros, y nos ofrece su presencia y su palabra de consuelo y aliento, de comprensión y fortaleza. Más aún, nos ama tanto que se ha hecho uno de nosotros para salvarnos a todos. Sí, lo confesamos con asombro agradecido: Sólo él puede responder a nuestros más hondos interrogantes. Sólo en él encontraremos paz auténtica y fortaleza para vivir como hermanos; el amor que precisamos para amar como él nos ama. “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación” (sal. resp.)
Y, ante nuestras incesantes súplicas, seguirá resonando la llamada a una vida mejor: “¡Preparadle el camino al Señor!” No podemos, pues, quedarnos de brazos cruzados. Celebrar y gustar la presencia y la acción de Dios en nuestras vidas es siempre gracia suya y no mérito nuestro. Pero nos pide fomentar en toda ocasión actitudes favorables. A la invitación de la gracia de Dios tenemos que responder, día a día, libre y amorosamente. En Jesús, el Hijo de Dios y nuestro Hermano, se nos revela y entrega toda la ternura del Dios creador y redentor. La Iglesia y la sociedad, hoy como ayer y mañana, tiene necesidad de su compasión liberadora. Por ello, seguiremos suplicando: “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”.
¡Preparadle el camino al Señor; allanad sus senderos! … Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”. El Espíritu es bendición y consuelo. Necesitamos que nos bendiga y nos consuele. Que nos bendiga tanto que rebosemos bendición. Que nos consuele tanto que podamos consolar a los demás. Transmitir bendición con la mirada, con la palabra, con el gesto. Ser bendición y consuelo. Como Jesús. “¡Por él, con él y en él!” Hermanas y amigos, deseemos ardientemente, orando sin cesar, que su santo Espíritu nos haga vivirlo, saborearlo, celebrarlo y proclamarlo.

2 de diciembre de 2011

2º Domingo de Adviento

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Preparad el camino al Señor,
allanad sus senderos;
y todos verán la salvación del Señor.
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1 de diciembre de 2011

Segunda Reflexión Congreso Internacional

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Una nueva manera de situarnos en la creación,una nueva manera de percibir a Dios y de vivir las relaciones...

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