A medida que fui haciéndome adulto caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: Señor, dame la gracia de poder transformar a cuantos entran en contacto conmigo, aunque sólo sea a mi familia y mis amigos. Con eso me doy por satisfecho.Ahora, que soy viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido. Mi última oración es la siguiente: Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.
10 de mayo de 2009
¿Para dónde vamos?
A medida que fui haciéndome adulto caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: Señor, dame la gracia de poder transformar a cuantos entran en contacto conmigo, aunque sólo sea a mi familia y mis amigos. Con eso me doy por satisfecho.Ahora, que soy viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido. Mi última oración es la siguiente: Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.