5 de noviembre de 2023

SEGIMOS CAMINANDO

Por
Desde 2009 venimos compartiendo la vida de la Sagrada Familia de Burdeos en España en este blog.
A partir de ahora, con la página web potenciaremos la dimensión internacional de nuestra Familia.
Este blog no se actualizará .

Os invitamos a seguirnos en https://saintefamillebordeaux.org/v2/

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Y en nuestro Instagram: https://www.instagram.com/sagradafamiliaburdeos/?hl=es

Siendo Familia, construyendo Familia.

19 de agosto de 2023

ENCUENTROS EN MARTILLAC

Por
Se está celebrando en Martillac el COMITÉ INTERCONTINENTAL DE ASOCIADOS LAICOS entre los día 19 y 20 de agosto.

Desde el día 21 y el 27 se celebrará el CONSEJO DE FAMILIA.

9 de julio de 2023

TIEMPOS DE ORACIÓN Y SILENCIO

Por
Hoy me venía con fuerza en mi tiempo de oración y silencio la importancia que tienen los tiempos de barbecho, cuando la tierra se regenera aunque parece no fecunda.

Nuestra sociedad nos empuja a producir, a estar conectados a las redes para saber que estamos vivos y que somos importantes, a mandarnos montones de tonterías en chats…parece que más es mejor.

Acabamos de saltarnos un tiempo de la vida de Jesús, que se llama Vida Oculta, y que comprende un período de unos 30 años. Es decir, el tiempo en que para una persona de su tiempo, iba del nacimiento a la adultez. Luego veremos que en unos tres años o menos, según los autores, se concentra el resto de su vida y muerte, que comprende el grueso de los evangelios, pero no de su vida.

Es en la cotidianeidad del día a día, en su rutina vivida como tiempo de barbecho, donde se formó la persona que nos sigue atrayendo y enamorando por su calidad humana.

¿Qué tiene que ver esto con nuestras vidas? Yo diría que TODO. Nuestra vida transcurre un 99,9% en esa cotidianeidad crónica, donde ocurre casi todo. De esa realidad se desprende lógicamente que me interesa muchísimo saber como vivo ese tiempo y como podría vivirlo con más hondura.

Inspirada en la vida oculta de Jesús y también de tantas personas, hoy quiero recordar a alguien que me enseñó a orar y a dar hondura a un largo barbecho en mi vida, y esta persona es Carlos de Foucauld.

La espiritualidad del desierto-barbecho es sencilla y silenciosa. Se basa en la vida oculta de Jesús y nos introduce en el día a día con la dimensión de estar en una presencia e intimidad de trato continuo con Dios, el Abba, Jesús…

Estás trabajando, caminando, esperando el autobús, conduciendo, cocinando, en la consulta, estudiando, duchándote, en una reunión, siempre tienes una presencia, un alguien con quien compartir, en silencio de intimidad acompañada.

Una experiencia así no se logra leyendo a montones de autores o estudiando teología o… lo cual puede, después de tener la experiencia, ayudarnos a comprenderla, se logra en esa rutina diaria cuando el corazón está anclado y ha descubierto el silencio y la soledad acompañada.

Cuando esta experiencia se va dando, la persona se sosiega porque empieza a ver el momento presente como la oportunidad de vivir en profundidad y gozo, sin necesidad de ansiosamente ansiar algo diferente.

Cuando esto se da, los chats, facebooks…dejan de sonar porque interrumpen el silencio interior en el trabajo, en la rutina. Los miramos más tarde, dejamos de usarlos para reclamar atención, vamos entrando en una dinámica de desaparecer un poco de en medio porque ya no nos hace falta, lo hacemos cuando queremos acompañar, o apoyar.

Y este es el objetivo de estas líneas hoy. Agradeceros a las que acompañáis y cuidáis vuestra vida oculta, vuestro espacio de barbecho: amigas y hermanas que pasáis horas y semanas con madres, padres mayores, enfermos, cuya vida se alarga mermando aparentemente la vuestra. No es así desde la mirada de Dios. La vuestra toma un relieve de hondura, tipo espiritualidad del desierto, donde lo que cuenta es con quien convivo por dentro, y expresarlo a través del cuidado, la paciencia, la ternura incluso cuando la cosa se pone desagradable.

Podría también referirme a tantas personas que como abuelas o sanitarias aguantáis situaciones demasiado preocupantes. La espiritualidad de abrazar el cuerpo de Cristo, de verle y amarle en los enfermos, en los pequeños incluso en las personas que nos tratan mal…es un bálsamo de vida que a la vez transmitirás con tus manos, tu sonrisa, tu donativo generoso, tu comida de abuela, tus horas infinitas con tus mayores demenciados o las colas de gente nerviosa en tu consulta.

Todos pasamos horas infinitas en que parece que no hacemos nada, sin embargo la calidad de todo está en como lo vivimos, no tanto en cuanto producimos, ganamos, sacamos…

Esa espiritualidad no necesita un cojín, ni un templo, ocurre donde transcurre tu vida. Y es tan hermosa y tan sencilla que pasa desapercibida, como la florecillas que pisamos o los atardeceres que no vemos porque preferimos las luces de las rebajas o la pantalla del móvil, o la interminable cadena de tareas autoimpuestas que nos separan del respirar del cosmos al unísono con el nuestro.

Sois tantas las que podría nombrar que voy a dejarlo así, en ese anonimato habitado que tanto buscaba Jesús en sus largas horas de hacer nada, con todo lo que había por hacer.

Gracias por todo lo que aportáis las que sabéis estar ahí compartiendo esa realidad en silencio y tiempos de expresarlo en comunidad.

Por todo ello, antes de iniciar el estudio de Marcos y de Acompañamiento personal el próximo 22, os invitamos a saborear el presente. La vida oculta, el día a día en su presencia.

Magda Bennásar Oliver, sfcc 

1 de julio de 2023

FAMILIA EN MISÓN Nº 38

Por
Buenos día Familia, hoy se publica nuestra revista FAMILIA EN MISIÓN, os deseamos que disfrutéis con su lectura y estar al día de la Familia.
Os deseamos un buen verano y fructífero.

En este enlace podéis leerlo y descargarlo:

https://es.scribd.com/document/656522141/Familia-en-Misio-n-n%C2%BA-39

Equipo de Información

12 de abril de 2023

¿NADA?

Por

En una iglesia de Roma vi un sepulcro de alabastro, sin nombre ni fecha, solo con la inscripción NIHIL, NADA.

La covid nos ha cuestionado sobre la muerte y la vida. De nuestros seres queridos difuntos ¿solo queda una urna con cenizas para enterrar en el monte o esparcir en el mar? Al morir ¿desaparecemos inmersos en la energía del cosmos? ¿pervivimos solo en la memoria de los descendientes? ¿hay algo más al final de la vida o solo hay la nada? ¿hay que plantearse la alternativa del suicidio, como hicieron bastantes jóvenes durante la covid? Ni la ciencia, ni la medicina tienen respuesta a estos interrogantes.

Esta problemática es tan antigua como la humanidad que siempre ha enterrado a sus muertos con respeto, a veces  con provisiones para el largo viaje que les espera, otras veces en forma fetal para que renazcan de nuevo. La filosofía ha reflexionado sobre la muerte, Sócrates cree que morir es una liberación del alma de la cárcel del cuerpo. Pero solo las religiones aportan luz y esperanza: las pirámides de Egipto expresan una cierta sobrevivencia; en el mundo helénico el hades es el lugar de los muertos; religiones asiáticas profesan el karma, la reencarnación, el nirvana, la disolución en el todo, como la ola se diluye el mar.

En el mundo judío hay una fuerte vivencia de la tierra, el sheol es el lugar de los muertos, un lugar oscuro y alejado de Dios y de la vida. Pero lentamente salmos y profetas expresan su fe en una vida con Dios para siempre, su auténtico pastor no es la muerte, sino Dios, un pastor bueno que con su cayado nos acompaña, aunque caminemos por valles tenebrosos. Más aún, se anuncia que el soplo del Espíritu puede abrir tumbas y resucitar muertos. Muchos judíos, víctimas de los campos de concentración nazis, sobrevivieron o murieron confiando en el Dios de Israel, capaz de devolver la vida. El Islam cree en un paraíso.

Únicamente la aparición de Jesús de Nazaret, el Hijo del Padre hecho hombre, su vida, su muerte y su resurrección iluminan definitivamente el misterio de nuestra muerte. Jesús ha venido para darnos vida en abundancia, su Reino es vida, amor, perdón, justicia y misericordia. Jesús cura enfermos y resucita muertos, él es la resurrección y la vida, el que crea en él, aunque haya muerto, vivirá para siempre.

La Semana Santa no termina el viernes santo con la cruz y la procesión del santo sepulcro. Ángeles anuncian a las mujeres que iban con aromas al sepulcro, que Jesús no está allí, ha resucitado y se manifestará a sus discípulos en Galilea. Los relatos de las apariciones expresan de forma simbólica algo real: Jesús vive, su cuerpo glorioso mantiene las llagas y la herida del costado, consuela a los que huyen desanimados, posibilita una pesca abundante, comparte comidas con los discípulos, les confiere el Espíritu, este Espíritu por el que el Padre resucitó a Jesús de entre los muertos, como primicia de toda la creación y que resucitará a quienes sigan su estilo de vida.

No desparecen todos nuestros interrogantes sobre la muerte, estamos ante un misterio, pero tenemos la luz de la Pascua que nos ilumina. Todo lo bueno, honesto, hermoso y justo de nuestra vida, de la historia y de la tierra, nuestra familia y nuestras amistades, nada perecerá, todo se transfigurará. Mientras vivamos tenemos el compromiso de ayudar a liberar la sociedad y la tierra de toda injusticia y de toda muerte, pero esta tarea es esperanzadora, la luz de la Pascua nos acompaña. La gran misión de la Iglesia, su alegre buena noticia y su única riqueza es poder anunciar a Jesús muerto y resucitado.

Frente al NIHIL, NADA del sepulcro y de muchos escepticismos, la Iglesia nos ofrece la esperanza de la Pascua, la muerte como un nuevo nacimiento a una vida nueva y sin ocaso en Cristo.            

Víctor Codina


31 de marzo de 2023

FAMILIA EN MISIÓN

Por
Ya tenemos la revista del primer trimestre del año 2023

Pincha en el enlace


equipo de redacción

17 de marzo de 2023

¿Quién era realmente José de Nazaret?

Por

Al esposo de María y padre de Jesús muchos acuden como "intercesor de todo"



El relato de los evangelios, especialmente el de Mateo, presenta a José de Nazaret como un «hombre justo» (Mt, 1, 19) –o sea santo—piadoso, que ejerció de «padre» de Jesús y de esposo de María.

Fue un hombre que confió siempre en Dios a pesar de las numerosas dificultades que tuvo por delante: conocer el embarazo de la Virgen sin saber que venía de Dios, y que el que naciera sería llamado Hijo de Dios, y que le pondría por nombre Emmanuel.

Dios utilizó a sus ángeles para comunicar su voluntad a José: la revelación de la virginidad de María, la huida a Egipto, la vuelta de Egipto. Él siempre confió en Dios.

Nunca expresó la más mínima queja, a pesar de las dificultades que Dios le iba poniendo delante: el empadronamiento en Belén, la huida a Egipto y su vuelta a Nazaret.

Hasta cuando «perdió» a Jesús en Jerusalén y tras tres días de búsqueda, junto con María su esposa, lo encontró en el Templo hablando con los doctores de la Ley.

Un joven artesano

ST JOSEPH,STATUE
Shutterstock

José de Nazaret, además, aunque no lo dicen los evangelios, fue un hombre joven, no un viejo como a veces lo pintan para resaltar la virginidad de María de Nazaret.

Para hacer lo que hizo José se necesitaba envergadura, sentido de la iniciativa, mucha firmeza, no doblarse ante ninguna dificultad. Tal fue su obediencia. No una obediencia ciega, sino con sentido de iniciativa y responsabilidad.


Dios quiso que el que tenía que hacer de padre de su Hijo Jesús (y fue un verdadero padre), no fuera un hombre de alcurnia, que vivía en palacios, o que formara parte de la aristocracia sacerdotal de la época. Lejos de eso.

Era, dicen los evangelios, un artesano (faber), un trabajador como tantos otros en su tiempo. Con buen temple, con alegría y buen humor.

Además, tenía iniciativa y era un hombre trabajador. Cuando se desplazó a Belén y después a Egipto y finalmente a Nazaret, no podía alimentar a su familia de la caridad, sino de su trabajo.

Seguramente instaló talleres en Belén y Egipto, y finalmente en Nazaret. Todo ello requiere una gran adaptabilidad a la voluntad de Dios y vivir en cada momento en el ambiente que le tocó vivir, sin quejarse que si los egipcios, los de Belén, son esto o lo otro, que tienen trato difícil y costumbres distintas.

No se quejó, se adaptó.


Un hombre con una clara misión

Él, José de Nazaret, sabía que la gracia de Dios no le iba a faltar. Además, debió ser una persona simpática, de trato muy agradable, que se hacía querer.

Nunca olvidó su misión principal: cuidar de María su esposa y del Niño Jesús al que enseñó el oficio de artesano. Y siempre lo hizo, dice el Papa, con «ternura«.

No sabemos cuántos años vivió José de Nazaret. Sí podemos intuir su dulce muerte, al lado de Jesús y de María, que lo cuidaron hasta el último aliento de su vida.

ŚWIĘTY JÓZEF, PATRON DOBREJ ŚMIERCIUn santo muy querido

La carta apostólica del papa Francisco convocando un año dedicado a san José incrementará sin duda mucho la devoción a José de Nazaret.

Él fue proclamado santo patriarca de la Iglesia católica por el beato papa Pío IX hace 150 años, en la fiesta de la Inmaculada Concepción. Fue 16 años después de proclamar, el mismo Papa, el dogma de la Inmaculada (1854).

El papa Francisco tiene, en su habitación, una imagen de san José durmiendo y debajo de la cual va colocando papeles. Él mismo explica: «Cuando tengo un problema, una dificultad, la pongo debajo de san José para que lo arregle». San José durmiendo «cuida a la Iglesia».


Invocado en todo tipo de necesidades
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Madeleine Openshaw

Porque san José es intercesor de todo: de las familias, de los esposos, de la buena muerte, de la Iglesia Universal, de las vocaciones laicales y religiosas, de los sacerdotes, custodio de las vírgenes, de muchísimas instituciones eclesiásticas y religiosas.

Quien divulgó mucho la devoción a san José fue santa Teresa de Ávila, entre otros muchos santos y santas. Explicó la santa que la devoción a san José le venía desde que era pequeñita, de su madre.

Dijo que acudía a san José con frecuencia, y le llamaba su abogado e intercesor, y que le concedía cuanto le pedía. Los carmelitas han sido unos grandes difusores de la devoción al santo patriarca.


Año de san José

En 2021, cuando la Iglesia celebró el Año de San José convocado por el papa Francisco en su Carta Apostólica “PatrisCorde” (Corazón de Padre), no pocos se plantearon la pregunta ¿quién era realmente san José?

¿Qué clase de hombre era? ¿Cómo vivió en su tiempo? ¿Cuál era la misión que Dios le confió?




De la tierra al cielo

ŚWIĘTY JÓZEF
Shutterstock

Pasó muchas adversidades, pero era un hombre sencillo, que quería cumplir la voluntad de Dios. Por eso, el papa Francisco propuso aumentar nuestra piedad, nuestro trato personal con san José.

¿Está san José en cuerpo y alma a los cielos? Algunos santos, como san Juan XXIII, creían que san José resucitó y se encuentra en cuerpo y alma en el cielo (homilía el 26 de mayo de 1960, con motivo de la canonización de san Gregorio Barbarigo). El Papa aclaró que él lo creía así en su interior, pero no anunciaba doctrina alguna.

También lo creían el teólogo español Francisco Suárezsan Pedro Damián, san Bernardino de Siena, san Francisco de Sales, san Alfonso María de Ligorio, la venerable Madre María Jesús de Ágreda, Bossuet, san Enrique de Ossó y Cervelló y tantos otros.

La Sagrada Familia en cuerpo y alma a los cielos. ¿Por qué no?

Y un dato más para la historia. El día en que el beato Pío IX nombró a san José Patrono de la Iglesia universal, unos energúmenos se fueron a la residencia romana del Papa y gritaron «¡Muerte al Papa!». ¡Qué rabia tenía el diablo!


Salvador Aragonés - publicado el 12/01/21 - actualizado el 17/03/23

21 de febrero de 2023

75º ANIVERSARIO SFB en CONGO

Por
Desde el Congo nos envían documento de celebración, lo podemos ver el siguiente enlace de abajo.

Aniversario en Congo

Equipo de redacción


19 de enero de 2023

FAMILIA EN MISIÓN YA ESTA EN LAS REDES

Por
Ya tenemos la revista trimestral de la Familia, ahora a disfrutarla:

equipo de redacción

3 de enero de 2023

BENEDICTO XVI, UN PAPA TEÓLOGO, HONRADO Y BUENO.

Por
No me resulta fácil presentar a vuela pluma una breve semblanza de
Benedicto XVI porque él ha sido un Papa atípico y porque personalmente no
he sintonizado mucho con su teología.
Un Papa teólogo profesional en medio de Papas no teólogos.
Ninguno de sus predecesores más recientes en el pontificado fue un teólogo
profesional.
Pío XII (1876-1958) era un intelectual que hizo avanzar la reflexión bíblica,
eclesiológica y litúrgica, pero no fue teólogo de profesión, no comprendió la
Nouvelle théologie y depuso de su cátedra a varios teólogos franceses que
luego serían grandes teólogos del Vaticano II.
Juan XXIII (1881-1963) fue profeta y místico que movido por el Espíritu
revolucionó la Iglesia con la convocatoria del Vaticano II. Pero tampoco fue un
teólogo profesional.
Pablo VI (1897-1978), buen conocedor de la teología fue ante todo un hombre
de Iglesia que llevó adelante el Vaticano II, promovió el diálogo eclesial y el
anuncio del evangelio, pero al final de su vida se asustó ante la polarización
eclesial postconciliar.
Juan Pablo II (1920-2005), luego del breve pontificado de Juan Pablo I, fue un
gran actor social y pastoral que llevó la Iglesia al 2º milenio, pero no era un
teólogo profesional y quizás por esto mismo buscaría la colaboración de
Ratzinger.
Obviamente, a la muerte de Juan Pablo II, Ratzinger fue elegido Papa, el 19
de abril de 2005 y asumió el nombre de Benedicto XVI.
Las vicisitudes teológicas de Ratzinger
Josef Ratzinger, nacido en 1927 en Baviera, Alemania, fue un teólogo
profesional que participó en el Vaticano II como joven perito teólogo del
arzobispo de Colonia. Sus primeros escritos, como El nuevo pueblo de Dios,
muestran un talante abierto y renovador. Pero seguramente el impacto de
mayo del 68, del que sufrió las consecuencias siendo profesor en Tübingen y
las tensiones del posconcilio le afectaron mucho y se trasladó a Regensburg.
Desde entonces su teología se volvió tímida y conservadora.
En 1977 fue nombrado arzobispo de Munich por Pablo VI y en 1982 Juan
Pablo II nombró Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la fe.

Como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la fe Ratzinger mostró su
reticencia, no al Vaticano II, pero sí a las interpretaciones que se hacían del
Concilio y acentuó más la continuidad con la tradición que la novedad del
Vaticano II. Sus Documentos como Prefecto de la Doctrina de la fe son muy
restrictivos respecto a las Iglesias locales y a las conferencias episcopales,
critica el feminismo, las innovaciones litúrgicas, la exégesis histórico-crítica y
el diálogo inter-religioso. En 1984 promulgó una Instrucción de la
Congregación de la Doctrina de la fe muy dura contra la teología de la
liberación, compendio de todos los errores. Son los años duros del invierno
eclesial y de la sequía eclesial, con más de un centenar de teólogos
amonestados y censurados. El influjo teológico de Ratzinger en el pontificado
de Juan Pablo II fue tan grande que cuesta distinguir la música de Juan Pablo
II de la letra de Ratzinger.
¿Una conversión teológica?
Una vez elegido Papa, sin tener el carisma popular de Juan Pablo II, cambió
su estilo teológico y cuando se temía a un Papa inquisidor, su primera
encíclica no fue una crítica del relativismo, sino una defensa del amor de Dios,
“Dios es amor” (2005) y en su primer párrafo formuló genialmente, con gran
profundidad y sencillez, la esencia del cristianismo:
“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino
por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo
horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
Dos años más tarde, en la Conferencia Episcopal Latinoamericana de
Aparecida (2007), Benedicto XVI afirmó que la opción por los pobres forma
parte de nuestra fe cristológica. Y en otra ocasión advirtió que vamos hacia
una Iglesia pequeña y pobre, de cristianos convencidos, muy lejos del
triunfalismo de la Iglesia de cristiandad.
Como Papa escribió tres volúmenes sobre Jesús de Nazaret y al final del II
volumen comparó la situación eclesial actual con la tempestad de los
discípulos en el lago de Genesaret.
Un gesto de honradez y humildad
Inesperadamente, el 11 de febrero de 2013 Benedicto presentó su renuncia al
pontificado por motivos físicos de salud, un hecho profético, de gran humildad
y honradez, inusitado desde Celestino V en 1294.
Pero podemos preguntarnos si este gesto de renuncia se debe solo a su
estado de salud o bien representa una mezcla de decepción, impotencia y

fracaso de su teología y su pastoral, ante los grandes cambios de la sociedad
y la Iglesia. La barca de la Iglesia se tambalea en medio de la tempestad.
Retirado en el monasterio contemplativo Mater Ecclesiae dentro del Vaticano,
ha pasado sus últimos años en una vida ejemplar de silencio y oración y
aunque seguramente muchas actuaciones de Francisco le sorprendieron, no
ha querido nunca liderar a los opositores del Papa, ya que como repetía “Solo
hay un Papa, que es Francisco”.
Su muerte culmina una vida teologal honrada y buena, de fe profunda en el
Señor y de amor intenso a la Iglesia. Quizás su dimisión será lo que más se
recordará de la historia de su pontificado.
Que descanse en paz y pueda escuchar aquellas palabras “Ven siervo bueno
y fiel, entra en el gozo de tu Señor”.

Víctor Codina sj.

25 años de asociado

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Último compromiso Pozuelo julio 2019

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Imagen en la Isla

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MONASTERIO de OTEIZA

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Horarios de Eucaristías: días laborables a las 7,50 h. y Domingos y festivos a las 10,30 horas

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