28 de noviembre de 2012

VI FORO GLOBAL SOBRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO

Por
Del 19 al 22 de noviembre se ha celebrado en Isla Mauricio el VI FORO GLOBAL SOBRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO, cuyo tema es "la mejora del desarrollo humano de los migrantes y su contribución al desarrollo de las comunidades y los Estados".
Podéis acceder a su página web en inglés http://www.gfmd.org/en/ (podéis traducirlo con el traductor de google) y conocer cómo se han tratado los temas. Desde su inauguración en 2007, el Foro se ha convertido en el proceso intergubernamental más importante de este tipo que puede hacer frente a los complejos vínculos que existen entre migración y desarrollo. En el foro se ha trabajado a partir de tres mesas redondas con diferentes sesiones, poniendo en relación países de origen y países de destino de los procesos migratorios:
Como habréis podido comprobar los medios de comunicación apenas se han hecho eco de éste tema tan importante. Están demasiado preocupados por su crisis económica…
En las distintas mesas se habló de:

MESA 1: Protección y mejora de las condiciones de los trabajadores migrantes.
Sesión 1: Más allá de la frontera: Habilidades y Empleo para el desarrollo humano.
Sesión 2: Apoyo a migrantes y la migración como agentes de cambio socioeconómico

MESA 2: Planes del Desarrollo para los Gobierno que introduzcan los factores migratorios:
Sesión 1: Apoyando el desarrollo nacional a través de los procesos de integración de los migrantes. Perfiles migratorios y estrategias de reducción de la pobreza
Sesión 2: Abordar la migración Sur-Sur y las Políticas de Desarrollo

MESA 3: Gestión de la migración y protección a los migrantes para garantizar el desarrollo humano:
Sesión 1: Mejorar la percepción pública de los migrantes y la migración
Sesión 2: Protección a migrantes como parte integral de gestión de la migración
Sesión 3: La protección de las trabajadoras domésticas migrantes: Aumentar su potencial de desarrollo humano.

Como veis, los acontecimientos nacionales e internacionales nos van animando a poner nuestra sensibilidad y nuestras prácticas del lado de los últimos de este mundo

27 de noviembre de 2012

Ante el momento presente

Por
Comunicado de la CONFER
CONFERENCIA ESPAÑOLA DE RELIGIOSOS,
MADRID.

Los religiosos y religiosas de España, reunidos estos días en Asamblea General como CONFER y representando a la Vida religiosa española no podemos en estos momentos y en esta fecha sentirnos ajenos a lo que es un clamor popular de exigencia de justicia en nuestro país.
Lo queremos hacer como signo de solidaridad con tantas tragedias, cuyas lágrimas y angustias no son para nosotros anónimas, sino de rostros que conocemos bien, conscientes también de las ambigüedades en que muchas veces cae nuestra propia Vida Consagrada, y llamados, como todos, a la conversión personal sin la que no será posible un cambio social que ponga en primer plano los valores de la justicia y la solidaridad, la ética y la búsqueda del bien común antes que los intereses particulares y partidistas.
No podemos dejar de constatar, con enorme preocupación, el prolongarse angustioso de la crisis social y económica, que afecta cada vez a más sectores de nuestra sociedad. Nuestra vocación nos llama a ser testigos de la misericordia y el amor de Dios en el mundo, y por ello no podemos permanecer insensibles ante una sociedad que egoístamente ha desplazado a los márgenes a aquellos que para Jesús son el centro.
Tenemos que preguntar con libertad evangélica a los responsables de los asuntos públicos, cómo es posible que aun disponiendo de tantos medios económicos y técnicos, no han sido capaces de ordenar la vida común de un modo verdaderamente justo y humano, preguntar si se están repartiendo con equidad las cargas de la crisis, y si de verdad se esfuerzan por encontrar todos los recursos posibles y necesarios para remediar lo que ya son necesidades primarias como la comida, la salud, la vivienda, la educación, la cooperación al desarrollo de los países empobrecidos, etc. No podemos creer que la palabra “no hay alternativas” sea la última palabra de nuestro momento presente como si fuese ya el fin de la historia. Nosotros creemos en el ser humano porque creemos en el Dios de la esperanza como motor de la vida.
Nos unimos, pues, a todas las voces, angustiadas o indignadas, que claman, en el día de hoy y cada día, por una sociedad distinta, donde sean posibles la justicia y la misericordia.

MADRID, 15 de noviembre de 2012.

12 de noviembre de 2012

Hagamos un propósito

Por
Hagamos un propósito: Comprar los regalos de Navidad a pequeñas empresas y autónomos. La vecina que vende por catálogo o por internet, el artesano que hace bisutería, la amiga que tiene una tienda en el barrio, el pastelero que hace los turrones artesanos, el chico que tiene la tienda en el mercado... Hagamos que el dinero llegue a personas comunes y no a grandes multinacionales. Así, más personas tendrán una mejor Navidad. Si te parece una buena propuesta, copia y engánchala. Apoyemos a nuestra gente

11 de noviembre de 2012

Lo mejor de la Iglesia

Por
11 de noviembre de 2012
32 Tiempo ordinario (B)
Marcos 12, 38-44

El contraste entre las dos escenas no puede ser más fuerte. En la primera, Jesús pone a la gente en guardia frente a los dirigentes religiosos: "¡Cuidado con los letrados!", su comportamiento puede hacer mucho daño. En la segunda, llama a sus discípulos para que tomen nota del gesto de una viuda pobre: la gente sencilla les podrá enseñar a vivir el Evangelio.
Es sorprendente el lenguaje duro y certero que emplea Jesús para desenmascarar la falsa religiosidad de los escribas. No puede soportar su vanidad y su afán de ostentación. Buscan vestir de modo especial y ser saludados con reverencia para sobresalir sobre los demás, imponerse y dominar.
La religión les sirve para alimentar fatuidad. Hacen "largos rezos" para impresionar. No crean comunidad, pues se colocan por encima de todos. En el fondo, solo piensan en sí mismos. Viven aprovechándose de las personas débiles a las que deberían servir.
Marcos no recoge las palabras de Jesús para condenar a los escribas que había en el Templo de Jerusalén antes de su destrucción, sino para poner en guardia a las comunidades cristianas para las que escribe. Los dirigentes religiosos han de ser servidores de la comunidad. Nada más. Si lo olvidan, son un peligro para todos. Hay que reaccionar para que no hagan daño.
En la segunda escena, Jesús está sentado enfrente del arca de las ofrendas. Muchos ricos van echando cantidades importantes: son los que sostienen el Templo. De pronto se acerca una mujer. Jesús observa que echa dos moneditas de cobre. Es una viuda pobre, maltratada por la vida, sola y sin recursos. Probablemente vive mendigando junto al Templo.
Conmovido, Jesús llama rápidamente a sus discípulos. No han de olvidar el gesto de esta mujer, pues, aunque está pasando necesidad, "ha echado todo lo que tenía para vivir". Mientras los letrados viven aprovechándose de la religión, esta mujer se desprende de todo por los demás, confiando totalmente en Dios.
Su gesto nos descubre el corazón de la verdadera religión: confianza grande en Dios, gratuidad sorprendente, generosidad y amor solidario, sencillez y verdad. No conocemos el nombre de esta mujer ni su rostro. Solo sabemos que Jesús vio en ella un modelo para los futuros dirigentes de su Iglesia.
También hoy, tantas mujeres y hombres de fe sencilla y corazón generoso son lo mejor que tenemos en la Iglesia. No escriben libros ni pronuncian sermones, pero son los que mantienen vivo entre nosotros el Evangelio de Jesús. De ellos hemos de aprender los presbíteros y obispos.
José Antonio Pagola

9 de noviembre de 2012

La Crisis, Desastre Humano

Por
DECLARACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE TEÓLOGOS Y TEÓLOGAS JUAN XXIII

La Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, sensible a los dramas humanos que está generando la crisis, queremos expresar nuestra solidaridad con los sectores más vulnerables de la sociedad que sufren en carne propia las consecuencias de una crisis de la que no son responsables y compartir las siguientes reflexiones.
1.Después de cuatro años hablando y lamentándonos de la crisis económica, creemos que hay un factor fundamental de este patético problema, que, a nuestro juicio, no se ha valorado aún debidamente en su justa dimensión y en sus consecuencias, y sin el cual la crisis no tendrá remedio. Dicho factor consiste en que la crisis ha sido provocada, no sólo por la economía, sino, como componente muy decisivo, por la corrupción. Los desastres que está causando han sido motivados por el dinero y el capital, pero también, y quizá en mayor medida, por la falta de ética y la desvergüenza de quienes han tenido la mayor responsabilidad en este desastre.
2. Con razón se ha dicho que las creencias sociales se diferencian de las ciencias exactas en que las convicciones afectan a la realidad. Nuestra realidad social y humana está tan deteriorada porque ha nacido de convicciones perversas. Sobre todo, la convicción de que lo que importa en la vida es el lucro y la ganancia, el disfrute y el derroche, sin reparar en los medios ilícitos con los que eso se ha conseguido por personas y grupos influyentes, concretamente en el tejido social de nuestro país.
3. La consecuencia inevitable de este estado de cosas ha sido el triunfo de poderes y de pautas de conducta que nos está llevando hacia un modelo de sociedad desigual en el que un reducido número de ciudadanos goza de unos ingresos económicos y de unos derechos de los que carece el resto de la población. Pensamos que en esto se concentra el problema más grave que se nos plantea ahora. Un problema del que muchos de los ciudadanos no acaban de tomar conciencia, ya que un sector importante de la población confía en que España, y los países que estamos pagando las peores consecuencias de la crisis, se recuperarán de este desastre y volverán recuperar el estado del bienestar del que han disfrutado durante las últimas décadas.
Así las cosas, creemos urgente que la ciudadanía tome conciencia de que estamos ante el final de un ciclo cultural, político y económico. Los poderes públicos están poniendo las bases de otro modelo de sociedad, que las personas mayores recuerdan con espanto: el viejo modelo en el que un grupo de familias poderosas gozaban de privilegios económicos, educativos, sanitarios y legales, que no estaban al alcance de la gran mayoría de los españoles y de las españolas.
4. Al afirmar esto, creemos que lo más grave y peligroso, que se nos viene encima, además del hecho doloroso de que el desempleo crezca y se prolongue durante años, es que nos están quitando nuestros derechos fundamentales, al tiempo que la cultura, la educación y la sanidad se están convirtiendo en poco tiempo en privilegios de los pocos afortunados que pretenden dominarnos a los demás.
5. No es ajena a esta situación la pésima gestión de muchos políticos y la corrupción de algunos de ellos, que está produciendo daños graves a la democracia y generando descrédito de la misma en mucha gente.
6. Valoramos positivamente las manifestaciones y actitudes solidarias de algunos obispos. Pero, al tomar conciencia de esta aterradora situación y de este proyecto opresor, que se nos oculta intencionadamente mediante mentiras incesantes, nos preocupa especialmente el silencio de un sector importante de la Iglesia jerárquica o la postura condescendiente con las injustas medidas gubernamentales ante un estado de cosas que entraña tanto dolor e inseguridad en los individuos y en las familias, y tanta desesperanza ante el futuro incierto y grave que se nos avecina. Creemos que los obispos, en España y en Europa, están cometiendo el mayor escándalo de los últimos tiempos. Las religiones, y concretamente la Iglesia católica en nuestro país, siguen teniendo un peso de autoridad moral importante, que puede ser decisivo en asuntos que afectan de forma tan directa a la conducta moral de los ciudadanos y a la felicidad o la infelicidad de quienes peor lo pasan en la vida.
Callarse o hacer declaraciones tibias en esta situación es el peor “pecado de omisión” que ahora mismo se puede cometer. Estamos ante un escándalo que clama al cielo. No se puede comprender cómo nuestros obispos protestan por las cuestiones que afectan a la moral sexual, tal como ellos la entienden y la proponen, o por la defensa de sus privilegios económicos y legales, al tiempo que se muestran insensibles ante el sufrimiento de tantas personas que se ven obligadas a cargar con el yugo más pesado que los empobrecidos tienen que soportar. En esto se juega el ser o no ser de la Iglesia. Porque una Iglesia, cuya jerarquía guarda silencio o se expresa con una ambigüedad pretendidamente neutral ante una situación tan extremadamente grave, no puede ser la Iglesia que quiso Jesús de Nazaret.
7. Ante esta actitud de la jerarquía católica, gran parte de opinión pública considera que la institución eclesiástica se ha integrado en el sistema económico-político que se nos ha impuesto es parte del sistema, lo justifica, lo legitima, lo defiende y lo protege. Por eso, nos preguntamos: ¿Cómo se puede predicar el Evangelio de Jesús de Nazaret en tales condiciones? La Iglesia necesita una renovación a fondo y una recuperación evangélica. Cuando, en estos días, recordamos la figura ejemplar del papa Juan XXIII y el cincuenta aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II, pedimos de forma apremiante:
- A los obispos, que las actitudes solidarias y las denuncias radicales contra los poderosos de nuestro tiempo se constituyan en criterio rector de nuestras vidas: la opción por los empobrecidos, la austeridad, la solidaridad con los marginados, la mesa compartida con quienes carecen del sustento diario, la compasión con los que sufren, la justicia y el trabajo por la paz, y que renuncien a los privilegios que les otorgan los Acuerdos de 1979m ya que les impiden impide optar por los sectores marginados.
- A las organizaciones cristianas de base, movimientos apostólicos obreros y algunas instituciones eclesiales de las diferentes tradiciones cristianas, que sigan trabajando solidariamente, como lo vienen haciendo, en favor de las víctimas de la crisis. Dichos colectivos cuentan con nuestro apoyo y nuestra colaboración.
-A los gobernantes de la Nación, de las Comunidades Autónomas y de los Municipios, que en el ejercicio del gobierno den ejemplo de honradez, respeto, tolerancia y defiendan la dignidad de las personas y la igualdad de derechos que establece nuestra Constitución, como los fundamentos básicos sobre los que se asiente la recuperación de nuestra sociedad.

Madrid, 19 de octubre de 2016

8 de noviembre de 2012

Caritas ha presentado su posicionamiento ante los recortes en la Ayuda al Desarrollo en los Presupuestos del Estado para el 2013

Por
Caritas trabaja en cooperación internacional desde su identidad de Iglesia por mandato específico de la Conferencia Episcopal y, como actor subsidiario en la cooperación internacional y el desarrollo social, asume también la tarea de promover políticas públicas que garanticen los derechos sociales para todas las personas, especialmente las más vulnerables. Con el mismo objetivo, Cáritas denuncia el incumplimiento de estas políticas, siempre desde la responsabilidad del anuncio y la propuesta comunitaria, como miembro de la Iglesia y testigo de esas realidades de injusticia.
Nuestro modelo de desarrollo, basado en una cooperación fraterna y en la acción de promoción de las personas, escoge preferentemente a las comunidades y personas más empobrecidas y excluidas del mundo, estableciendo con ellas unas relaciones de igualdad y reciprocidad (Directorio de Cooperación Internacional, p. 24), siempre a través de las Iglesias locales y las Caritas hermanas con las que trabajamos. Este modo de colaboración no encuentra sentido a que la cooperación se realice sólo cuando existen unas condiciones económicas favorables y que sea por tanto una cooperación donde se ofrecer lo que nos sobra.
Por eso, nos animamos a analizar la situación actual de la cooperación española en el marco del nuevo diseño de la Política de Cooperación Internacional, una política de Estado que debe garantizar el derecho al desarrollo de los pueblos –a través del cumplimento de los compromisos internacionales adquiridos– y, que, sin embargo, a través de los recortes de presupuestos destinados a este fin, pone en peligro los logros del Pacto de Estado contra la Pobreza (2007) y del Pacto Mundial por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000).
Desde 1970, con la petición del 0.7% del PIB dedicado al desarrollo de países más atrasados y con un amplio apoyo social desde los años 90 por parte de organizaciones sociales, sindicales, religiosas y políticas y otros movimientos de la sociedad civil, se han firmado, desde esos años hasta la fecha, 22 Pactos contra la Pobreza (5 Autonómicos, 2 Provinciales y 15 Municipales) y la AOD Descentralizada ejecutada en el 2009 ha llegado a 446 millones de euros (el 12,55 % de la AOD nacional). Esta cooperación descentralizada ha articulado otro modo de cooperación, desde lo horizontal, poniendo en comunicación el sur con el norte, creando y fortaleciendo espacios de ciudadanía allí y aquí.
Sin embargo, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en España en la Propuesta de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2012 (PGE) desciende en 1.632 millones respecto al presupuesto de 2011, lo que supone una reducción del 45%. Si a esto sumamos los recortes presupuestarios que se han dado en muchas Comunidades Autónomas y Entes Locales, la reducción de la AOD está en niveles inferiores a 2005, alejando aún más a la cooperación española del objetivo del 0.7%, y situándose en el 0.20% de la Renta Nacional Bruta para 2013 (datos aportados por la Coordinadora de ONGD).
Además, sólo el 45% del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) estaría gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación; el resto sería gestionado fundamentalmente por los Ministerios de Hacienda y de Economía, persiguiendo objetivos que no siempre sitúan a las personas como prioridad frente a mercados o intereses económicos.
Este dramático recorte pone en peligro el sistema de cooperación internacional actual y evidencia la falta de asunción de dichas acciones como políticas públicas de las Administraciones locales, provinciales y autonómicas y estatales. Además, provoca una discusión dura y cuantitativa en el plano económico, que nos aleja de lograr un cambio cualitativo en la cooperación internacional, debilitando los espacios y procesos de concertación de poderes públicos y ciudadanía, de debate para el futuro rol de la cooperación y del destino de los fondos públicos. Estas organizaciones no pueden quedar en ser meros ejecutores de partidas presupuestarias residuales, porque son actores clave de las políticas de desarrollo a la que han dedicado buenos esfuerzos para su mejorar, año tras año, el diseño de estas políticas públicas, fomentando la participación activa de la sociedad civil y fortaleciendo el propio Estado Democrático.
Finalmente, toda la sociedad, perderá la oportunidad de construir la visión de que un mundo más justo es posible y el Objetivo de Desarrollo del Milenio nº 8, “una Alianza mundial contra la pobreza”, formulado por la comunidad internacional en 2000 y respaldado también por España, queda debilitado (Martín Carretero, José M.: La Cooperación Española en Default. Economía Política de un recorte innecesario. Economistas frente a la crisis).
Junto a su trabajo de atención y promoción humana, y ante los recortes de la AOD Cáritas insiste en que es posible y necesario erradicar la pobreza y el hambre. Aún en la situación actual de crisis generalizada, no deberían existir diferencias en las condiciones de dignidad entre quienes viven en países empobrecidos y la ciudadanía española, cuando aquellos llevan décadas en crisis y permanente vulneración de sus derechos. Sus hijos, «como los nuestros, tienen el mismo sueño de felicidad al nacer” (Exhortación apostólica Sacramentum Caritatis, Benedicto XVI, 19 mayo 2007).
Desde su confederación internacional, Cáritas alza sus voces contra la pobreza, siendo éste documento una de ellas para mostrar que es posible acabar con las inequidades que mantienen en la pobreza de millones de personas en el mundo. También, a través de nuestra campaña institucional por la austeridad y sencillez en la vida cotidiana se presentan oportunidades de abordar la transformación social necesaria en el Norte para que la brecha de la desigualdad, interna y externa, se reduzca.
Caritas atiende las necesidades básicas del ser humanos (salud, alimentación, educación…), considerando que también son derechos humanos fundamentales. La base de este enfoque, plasmado también en el Modelo de Acción Social, es la dignidad de la persona.
Creemos que el desarrollo es posible desde y con el Sur, aún con unos recursos limitados, pero con un compromiso continuado de acompañamiento, sin abandonar los procesos iniciados y convencidos de que esta participación es imprescindible para la solución a todas las crisis que nos inundan.
A la vez, creemos que la ciudadanía de norte tiene la responsabilidad y el derecho de participar en la planificación e implementación de los proyectos de cooperación, y de conocer con trasparencia el destino de los fondos económicos del Estado para este fin.
Así, ante los sucesivos recortes a los presupuestos del Estado destinados a la cooperación internacional, y fruto de la reflexión de la Confederación Cáritas Española en los ámbitos de trabajo de cooperación fraterna con las Cáritas del Sur.
Nos comprometemos a:
Continuar con el trabajo de sensibilización, anuncio y denuncia profética en nuestra labor de Cáritas
Impulsar el modelo de cooperación fraterna.
Ofrecer nuestra colaboración a los responsables políticos para reflexionar juntos y seguir construyendo procesos que nos lleven a realizar una cooperación de calidad, que no recorte las oportunidades de futuro de millones de personas que han confiado en nosotros.
Colaborar con los poderes públicos para que, a través de políticas adecuadas, y España se sume a la consecución del los Objetivos del Milenio.
Asumir y trabajar los compromisos que se trasladen a la Agenda Post 2015 con la misma convicción, coraje y voluntad de colaboración.
Mantener una actitud vigilante y propositiva sobre las políticas en materia de cooperación internacional.

Para que el desarrollo y la cooperación Internacional sean posibles, pedimos:
La creación de un espacio de diálogo apto para soluciones flexibles y efectivas ante la realidad cambiante: para ello necesitamos un mayor acercamiento a las instituciones responsables de la política de cooperación y la voluntad de seguir construyendo juntos esos caminos.
Un compromiso de cooperación a largo plazo dirigido a obtener un impacto sostenible a través de programas que surjan de planes locales, con la adopción de medidas efectivas para lograr la promoción y la fortaleza de la sociedad civil, considerando ejes fundamentales el empoderamiento y la participación.
El cumplimiento de los acuerdos internacionales adoptados en materia de cooperación internacional, sobre todo los relativos a los ODM y los que se trasladen a la agenda post 2015, para impulsar los procesos de desarrollo y restitución de derechos en los países del sur.
La inclusión de la sensibilización y la incidencia en los programas globales de solidaridad.
El incremento de la AOD hasta alcanzar el 0.7% del PIB de nuestro país independientemente de la situación política o económica de España.
Medidas políticas internacionales que eviten flujos económicos que provocan mayor empobrecimiento.
Una evaluación responsable y efectiva de lo realizado hasta la actualidad y, alternativas creativas, responsables y profesionales para afrontar y resolver la situación actual.

25 años de asociado

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Último compromiso Pozuelo julio 2019

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MONASTERIO de OTEIZA

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