
El mundo sigue con atención lo que ocurre, incluyendo las violaciones de los derechos humanos”. Hoy la oficina de la presidencia ceilanesa informó de su parte que Rajapakse contestó a Ban invitándole a Sri Lanka. El Secretario General también pidió a los ‘Tigres para la Liberación de la Patria Tamil’ (LTTE) la liberación de los 50.000 civiles que se calcula se encuentran atrapados en el pequeño territorio en la costa del distrito de Mullaitivu donde están los rebeldes. El sitio web TamilNet, cercano a la rebelión, menciona a fuentes médicas locales que denuncian la grave falta de comida y medicamentos de que están sufriendo sobre todo los menores y ancianos, y que habría causado la muerte por hambre de nueve personas en los últimos días. El jefe de la facción política de los LTTE, Balasingham Nadesan, acusó al gobierno de haber interrumpido de manera deliberada el envío de ayuda humanitaria a la ‘zona de seguridad’ donde se encuentran más de 165.000 civiles y donde “los niños desfallecen por el hambre” y pidió a la comunidad internacional apoyo político y logístico para la iniciativa de la diáspora tamil que estaría organizando un envío de ayudas del extranjero. Las informaciones que llegan de la zona de combate no pueden ser confirmadas por fuentes independientes, ya que a los periodistas y a los operadores humanitarios se les niega el acceso a la zona. El ministro de Derechos Humanos Mahinda Samarasinghe afirmó que el gobierno ha enviado suficiente ayuda, pero la falta de ayuda humanitaria ha sido señalada a la MISNA en los días pasados por un portavoz de la Cruz Roja Internacional que recordaba que el último envío de ayuda es del 2 de abril, y que hasta el momento se repartieron un total de 2.200 toneladas de ayudas, muy por debajo de las necesidades estimadas.