14 de abril de 2009

HACIA UNA TEOLOGÍA ECOLÓGICA: LA CRISIS ECOLÓGICA COMO DESAFÍO A LA TEOLOGÍA

Por
Señor, que vea de nuevo (Mc 10, 51)

La complejidad de la "crisis ecológica" presenta un desafío a la teología actual, que lleva a replantear nuestros paradigmas y modelos teológicos tradicionales repetitivos que ya no responden completamente a los desafíos del contexto actual. Una teología ecológica nos ofrecería un nuevo método de hacer teología. Se trataría de una teología con una mirada amplia, innovadora e integradora, que permita generar nuevas prácticas y respuestas a la compresión de la complejidad de la crisis ecológica en nuestro contexto. Para ello, hace falta "abrir nuestros ojos" para contemplar el Misterio de la Creación que nos envuelve y habita y así vivir relaciones de armonía y comunión con todo lo creado. Gregory Bateson tenía razón cuando decía que cuando contemplamos la realidad desde la totalidad, tenemos acceso a la "unidad sagrada". La ecología nos interrelaciona, el pecado nos divide y destruye la pertenencia al Todo.

La teología que hemos heredado tiene una "visión antropocéntrica". Esta visión ponía al hombre como centro y dueño de la creación, todo giraba en torno a él y a sus necesidades. El hombre ejercía su dominio sobre las demás especies. Hoy, la nueva visión eco-teológica nos descentraría de esta concepción teológica antropocéntrica y nos situaría al igual que los animales, las plantas y todo ser existente en el medio ambiente y como parte de un todo más amplio y global dentro del universo. No somos dueños/as del cosmos sino más bien somos una parte del cosmos. Para llegar a comprender esta nueva visión eco-teológica, hace falta un pensamiento flexible e integrador que nos haga interrelacionar la diversidad cultural y global.

Jesús en los Evangelios se mostró abierto a los desafíos de su época e invitó a sus discípulos/as a interpretar y responder con prontitud a los signos de los tiempos. Toca a nosotros/as seguidores/as de Jesús, asumir los retos de la crisis ecológica con responsabilidad y creatividad. Para eso necesitamos "curar nuestras cegueras" para poder ver con más y mejor claridad a nuestra realidad, y desde ella, tomar en serio el compromiso que tenemos frente al deterioro ecológico en todas sus dimensiones. La responsabilidad ecológica exige justicia, pues nuestro Dios es un Dios que ama la vida y todo cuanto ha creado. A nosotros nos toca cuidar la vida porque la vida está amenazada. La tarea está en nuestras manos.

María Nely Vásquez Pérez. SFB

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Último compromiso Pozuelo julio 2019

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