Misna. “Las muertes trágicas como estas se volvieron demasiado frecuentes en un sistema que retiene a los detenidos indefinidamente, sin ninguna culpa ni proceso”, dijo Ben Wziner, abogado del ‘American civili liberties union’ (ACLU),una de las más importantes asociaciones norteamericanas de defensa de derechos humanos, acerca del suicidio de un prisionero yemení, ocurrido ayer en la cárcel militar estadounidense de Guantánamo. El hombre, Mohamed Ahmad Abdallah Salih, un ciudadano de 31 años proveniente de Yemen, estaba preso desde hacía 7 años en la prisión de Guantánamo sin ninguna acusación formal. En una nota difundida por las autoridades militares norteamericana hizo saber que este hombre, conocido también como Al Hanashi, fue hallado muerto en su celda, durante un control de rutina de los guardias penitenciarios. Con toda certeza, el joven se habría quitado la vida allí. Se trata del quinto caso de suicidio ‘oficial’ ocurrido desde que en la base militar norteamericana de Guantánamo se creó la prisión especial dedicada a los prisioneros de la “lucha contra el terrorismo”. Al Hanashi había sido detenido por los militares estadounidenses en Afganistán y llevado a Guantánamo en febrero de 2002, bajo la acusación de ser partidario de los talibanes. El hombre desmintió siempre estar involucrado en actividades con los talibanes, y denunció en varias ocasiones haber sido obligado por este grupo a combatir. En el pasado, Al Hanashi realizó varias huelgas de hambre en protesta por su detención.
