Oración

Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara (Mateo 6, 17)

Abrigo en mi corazón un sueño. Espero que se haga realidad.
Es cuaresma, tiempo de ayuno. Los cristianos acuden a las iglesias. Sacan sus perfumes, se adornan, se visten de fiesta.
Y a lo largo de toda la cuaresma, en lugar de presentarse como los que el viernes comen un pescado mucho más caro que la carne, son gente que pasea por las calles, va al trabajo y a los espectáculos, en buena forma y radiantes de belleza.
Y a quienes les preguntan: "¿Por qué estáis tan guapos y atractivos?", les responden: "Estamos afinando nuestra fe en Jesús, para que nuestro gozo sea pleno y para que tal gozo se convierta en el de todos los hombres y mujeres que están tristes porque deben ayunar por necesidad, por pobreza, por la injusticia, por abandono, por la falta de respeto a su dignidad de hijos de Dios".