
Os comparto una reflexión que hice el año pasado ante mi Cristo yacente en Priego
El hombre anda perdido en un desierto solitario, donde se atarea enfunción de fines pretendidamente superiores entre los que se asfixia. Y esahí, en el desierto, donde el diablo –el separador– lo tienta y chantajeadiciéndole: “Tu Dios te ha dejado y no puede arreglar los problemas deeste mundo, ¿puede llamarse alguien así redentor? Tú si que puedesconvertir...