6 de marzo de 2011
Mateo 7, 21-27
Mateo concluye el gran discurso de Jesús en una montaña de Galilea con dos breves parábolas, narradas con maestría y fáciles de recordar por todos. Su mensaje es de importancia decisiva: seguir a Jesús consiste en «escuchar sus palabras» y en «ponerlas en práctica». Si no lo hacemos así nuestro cristianismo es una insensatez. No tiene sentido alguno.
El hombre sensato construye su casa sobre roca firme. Por eso, cuando llegan las lluvias torrenciales del invierno y el agua desciende de los montes y soplan los fuertes vientos del Mediterráneo, la casa no se hunde: «está cimentada sobre roca». Así es la Iglesia formada por creyentes que se esfuerzan por escuchar el Evangelio y ponerlo en práctica.
El hombre necio, por el contrario, construye su casa sobre arena, en el fondo del valle. Por eso, al llegar las lluvias, los aluviones y el vendaval, la casa «se hunde totalmente». Así se desmorona el cristianismo cuando no está fundamentado en la roca del Evangelio escuchado y practicado en las comunidades.
En la conciencia moderna se ha producido un profundo cambio cultural que está poniendo en crisis el nacimiento y la vivencia de la fe cristiana. Cada vez se va haciendo más difícil despertar una fe viva en Dios y en Jesucristo por vía de "adoctrinamiento". Señalemos dos causas fáciles de detectar.
Por una parte, está en crisis la autoridad, toda autoridad. Es difícil que la fe brote hoy de la obediencia a una autoridad religiosa que se presente como poseedora de la verdad. La palabra que pronuncia la Iglesia desde su posición de autoridad sagrada no resulta hoy por sí misma ni creíble ni atractiva.
Por otra parte, más que doctrina religiosa, las personas buscan una experiencia que les ayude a vivir con sentido y esperanza. Muchos hombres y mujeres se distancian casi instintivamente de cualquier iniciación a la fe entendida como "proceso de aprendizaje".
Hemos de creer mucho más en la fuerza transformadora del Evangelio. Las palabras de Jesús tienen más poder que nuestras doctrinas. Su Buena Noticia es más atractiva que todos nuestros sermones. ¿No ha llegado el momento de formar grupos, crear espacios, posibilitar encuentros en los que la gente de hoy tenga la oportunidad de entrar en contacto directo con el Evangelio para escuchar a Jesús y descubrir juntos su Buena Noticia?
Muchos que se sienten perdidos y viven sin esperanza podrían descubrir con alegría que no están solos, que pueden confiar en un Dios Padre y que pueden vivir con la esperanza de Jesús. Es lo que más necesitan.
José Antonio Pagola
25 años de asociado
Último compromiso Pozuelo julio 2019


Imagen en la Isla
MONASTERIO de OTEIZA

Horarios de Eucaristías: días laborables a las 7,50 h. y Domingos y festivos a las 10,30 horas
Entradas más vistas
Archivo de entradas
-
►
2022
(
81
)
- ► septiembre ( 7 )
-
►
2021
(
82
)
- ► septiembre ( 5 )
-
►
2020
(
157
)
- ► septiembre ( 5 )
-
►
2019
(
139
)
- ► septiembre ( 9 )
-
►
2018
(
152
)
- ► septiembre ( 13 )
-
►
2017
(
55
)
- ► septiembre ( 9 )
-
►
2016
(
12
)
- ► septiembre ( 1 )
-
►
2015
(
19
)
- ► septiembre ( 1 )
-
►
2012
(
92
)
- ► septiembre ( 8 )
-
▼
2011
(
209
)
- ► septiembre ( 25 )
-
▼
marzo
(
18
)
- Sin noticias de Islandia
- Costa de Marfil: Centenares de vidas perdidas mien...
- Cambiaste mi luto en danza
- Pregón de Cuaresma
- Tentaciones
- Domingo 1º Cuaresma
- La Cuaresma, un camino de alegría
- Una economía al servicio de las personas
- 40 días con los últimos
- La Cuaresma
- Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma de 2011
- Oración en torno a la situación de la mujer
- María de Nazaret: Magnificat realizado en ella
- Domingo 9º A (Primera “Javierada”)
- Una escucha edificante
- La fuerza del Evangelio
- Tiempo Ordinario 9 A
- Unas 18.000 personas se manifiestan contra el radi...