Misna. Un tribunal de Phubani, en el estado de Orissa, condenó a cuatro años de reclusión a un hombre por haber participado en actos de violencia contra los cristianos en agosto del año pasado.Chakradhar Mallick, un propietario de casas y terrenos, ha sido reconocido culpable de haber dado fuego personalmente a la vivienda de un cristiano en la aldea de Dampidia y de haber instigado a los radicales hindúes a quemar otras casas y a agredir a los cristianos. Es la primera condena por la ola de violencia que provocó, según distintas fuentes, entre 90 y 119 muertos y obligó a huir a 50.000 personas. La noticia de la condena “servirá a instilar confianza entre las víctimas de la violencia que esperan que se haga justicia, declaró al periódico de la Ciudad del Vaticano ‘L'Osservatore Romano’, el padre Thomas Chellan, director de un centro pastoral del distrito de Kandhamal, que fue epicentro de la violencia, y que en esos días también fue agredido y golpeado. “Si realmente se quiere llevar la justicia a la zona –siguió diciendo el padre Chellan– se debe asegurar la plena protección a la población, de otra manera las personas no tendrán el valor de dar testimonio en los procesos por temor a la venganza”. La ola de violencia contra los cristianos comenzó como una venganza por el asesinato de un importante líder religioso hindú local y de algunos de sus asistentes. El atentado fue reivindicado por los rebeldes maoístas (también conocidos como ‘naxalitas’), pero los radicales hindúes afirmaron que el ataque había sido organizado por los cristianos. En estos días el ministro del interior Palanniapan Chidambaram visitó los campos de desplazados del distrito de Kandhamal, donde aún viven unos 1.500 autoevacuados. “Estoy dolido por todo lo sucedido –dijo e ministro – y los responsables de la violencia serán castigados. Les pido que retornen a sus aldeas y reanuden sus vidas. El gobierno central y el del estado de Orissa harán todo lo posible para eliminar los obstáculos que se oponen a su regreso”. La Conferencia de Obispos Católicos de la India recibió favorablemente las palabras del ministro, aunque con algunas reservas por la falta de medidas concretas contra la violencia sectaria. Esa posición es compartida por varias otras organizaciones cristianas de la India.
