Adoración a la Cruz
En el lugar donde se va
hacer la adoración
a la Cruz se coloca un Crucifijo con dos velas.
INTRODUCCIÓN
Guía:
El Señor que nos ha redimido por
su
muerte en cruz este siempre
con
vosotros.
Todos: Y con los hombres de
buena voluntad.
MONICIÓN INICIAL
Guía:
Toda la vida de
Jesús ha consistido en revelar
el ser de Dios, que es Amor.
El amor es el único mandamiento que nos dejó.
El Reino, la llamada, su predicación,
los milagros, toda su vida
entera, han sido la irrupción
definitiva de Dios en el mundo para invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él. Jesús ha hecho de su vida una entrega al cumplimiento de
la voluntad del Padre.
El designio de Dios y la libertad
del hombre, que rechaza
a Dios, han hecho que la salvación pase por la cruz. La cruz es el signo del amor que Dios siente por el mundo; pero también la ejecución
de una sentencia injusta, dictaminada por el mundo.
Puede ser abandono
y fracaso, escándalo, y necedad,
pero si es ofrecida
por Dios, entonces es sabiduría
de Dios, salvación, y motivo
de esperanza para el mundo
LECTURA DEL EVANGELIO
X Del santo Evangelio según san Juan Jn 19, 13-30
EN AQUEL
TIEMPO Pilato sacó afuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «el Enlosado»
(en hebreo Gábbata).
Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía.
Y dijo Pilato
a los judíos: «He aquí a vuestro rey». Ellos gritaron: «¡Fuera, fuera; crucifícalo!». Pilato les dijo: «¿A vuestro rey voy a crucificar?». Contestaron los sumos sacerdotes: «No tenemos más rey que al César».
Entonces se lo entregó para que lo crucificaran.
Tomaron a Jesús, y, cargando
él mismo con la cruz, salió al sitio llamado
«de la Calavera»
(que en hebreo se dice Gólgota),
donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió
un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba
escrito: «Jesús, el Nazareno,
el rey de los judíos». Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo,
latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: «No escribas
“El rey de los judíos”, sino: “Este ha dicho: soy el rey de los judíos”». Pilato les contestó: «Lo escrito, escrito está».
Los soldados, cuando crucificaron a Jesús,
cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron
la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de
arriba abajo. Y se dijeron: «No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca». Así se cumplió
la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron
a suerte mi túnica».
Esto hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo
al que amaba, dijo a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo:
«Ahí tienes a tu madre».
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió
como algo propio.
Después de esto, sabiendo
Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura,
dijo: «Tengo sed». Había allí un jarro lleno de vinagre.
Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre,
dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza,
entregó el espíritu.
Palabra del Señor Todos: Gloria a
ti Señor Jesús REFLEXIÓN
Guía:
La Providencia ha confiado
en un signo de muerte un mensaje profético para el mundo de hoy. Su misión es la de anunciar
“un nuevo Pentecostés”: el reinado del Espíritu Santo en nuestra
época desacralizada; y de recordar a los hombres,
para salvarlos, el Evangelio de la Cruz.
Cuando el Señor comenzó
la realización de su obra en el mundo, manifestó
la doctrina o más bien el Evangelio
de la Cruz, iluminado por el Espíritu Santo.
¿Qué significa
el
Evangelio de la
Cruz?
Significa, que la Cruz ha cambiado de significado, que el dolor y la muerte
ya no son maldición
y condenación. Que el sufrimiento humano tiene un valor positivo, valor de salvación, que la Cruz constituye “el comienzo
primicial” de la liberación definitiva del hombre y del universo.
El mensaje de la Cruz, tiene dimensión universal. Jamás el hombre
ha sufrido como en el mundo presente.
Jamás como ahora todo este sufrimiento es inútil.
El mundo actual está bajo el imperio de la cruz, pero, desgraciadamente, no es la Cruz
de Jesús,
porque es una
cruz sin amor.
Todos los hombres sufren, pero cuán pocos son los que saben sufrir.
El dolor humano debe ser transfigurado por el amor: en ese momento se convierte en una
fuerza dinámica, constructora del Nuevo Universo. La
Cruz transfigurada por el amor es una Cruz iluminada por la esperanza
que es certeza nuestra plena liberación; Cruz que
conduce a la gloria de la Resurrección.
Estamos llamados a vivir la Cruz de Jesús, cruz transfigurada por el Espíritu
Santo, cruz que es la gloria perfecta del Padre.
Se hace un silencio
para meditar.
SALMODIA
Todos:
¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor
tributo en hoja, en
flor y en fruto.
¡Dulces clavos!
¡Dulce árbol donde la vida empieza con un peso tan dulce en su corteza!
Vinagre y sed la
boca, apenas gime; y, al golpe
de los clavos y la
lanza, un mar de sangre
fluye,
inunda, avanza por tierra, mar y cielo,
y los redime.
Ablándate, madero, tronco abrupto de duro corazón y fibra inerte, doblégate
a este peso
y
esta muerte que cuelga de tus ramos como un fruto.
ADORACIÓN
DE LA CRUZ
En este momento vamos a presentar
ante la Cruz de Cristo todos nuestros dolores, sufrimientos y cruces
y también las del mundo. Cada uno se acerca al Crucifijo y hace una reverencia. Mientras desde el interior
rezamos.
CANTO
Victoria, Tú reinarás. Oh cruz, Tú nos salvarás.
El verbo en Ti clavado,
muriendo, nos rescató.
De Ti,
madero santo, Nos viene la
redención.
Victoria, Tú reinarás…
Extiende por el mundo tu Reino de salvación.
Oh
cruz, fecunda fuente de vida
y bendición.
Victoria, Tú reinarás…
Impere sobre
el odio
tu Reino de caridad. Alcancen las
naciones el gozo de la
unidad.
Victoria, Tú reinarás…Aumenta en nuestras
almas tu Reino de
santidad. El río de la gracia apague
la iniquidad.
PETICIONES
Guía:
Oremos, hermanos, con confianza, a nuestro
Redentor, que por su santa Cruz ha redimido al mundo.
Lector:
— Para que el signo de la Cruz gloriosa
de Jesucristo, con el que han sido señalados
todos los cristianos en el bautismo, se manifieste en su vida. Roguemos al Señor.
— Para que la sangre de Jesucristo crucificado reconcilie todos los seres y ponga paz en todo lo que hay, tanto en el cielo como en la tierra.
Roguemos al Señor.
— Para que los enfermos,
los perseguidos y todos los que con sus sufrimientos participan de la Cruz de Jesucristo tengan también parte en su gloria. Roguemos al Señor.
— Para que la gracia salvadora de la Cruz conforte
a todos los que hoy son crucificados y torturados por la injusticia, por el pecado del mundo, por la violencia,
por la guerra. Roguemos al Señor.
— Para que Cristo, que para salvar
a su pueblo quiso ser elevado en la Cruz, como la serpiente
en el desierto, nos salve y nos eleve a las alegrías
eternas. Roguemos al Señor.
Guía:
Se pueden
añadir alguna petición que se
desee.
Y ahora terminemos haciendo una petición común con la oración
que el
mismo Cristo nos enseñó. Todos: Padre Nuestro… ORACIÓN FINAL
Guía:
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación
de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz: concédenos, te rogamos,
a quienes hemos conocido en la tierra este misterio,
alcanzar en el cielo los premios de la
redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Guía: Bendigamos al Señor.
Todos: Demos gracias a Dios.