12 de abril de 2023

¿NADA?

Por

En una iglesia de Roma vi un sepulcro de alabastro, sin nombre ni fecha, solo con la inscripción NIHIL, NADA.

La covid nos ha cuestionado sobre la muerte y la vida. De nuestros seres queridos difuntos ¿solo queda una urna con cenizas para enterrar en el monte o esparcir en el mar? Al morir ¿desaparecemos inmersos en la energía del cosmos? ¿pervivimos solo en la memoria de los descendientes? ¿hay algo más al final de la vida o solo hay la nada? ¿hay que plantearse la alternativa del suicidio, como hicieron bastantes jóvenes durante la covid? Ni la ciencia, ni la medicina tienen respuesta a estos interrogantes.

Esta problemática es tan antigua como la humanidad que siempre ha enterrado a sus muertos con respeto, a veces  con provisiones para el largo viaje que les espera, otras veces en forma fetal para que renazcan de nuevo. La filosofía ha reflexionado sobre la muerte, Sócrates cree que morir es una liberación del alma de la cárcel del cuerpo. Pero solo las religiones aportan luz y esperanza: las pirámides de Egipto expresan una cierta sobrevivencia; en el mundo helénico el hades es el lugar de los muertos; religiones asiáticas profesan el karma, la reencarnación, el nirvana, la disolución en el todo, como la ola se diluye el mar.

En el mundo judío hay una fuerte vivencia de la tierra, el sheol es el lugar de los muertos, un lugar oscuro y alejado de Dios y de la vida. Pero lentamente salmos y profetas expresan su fe en una vida con Dios para siempre, su auténtico pastor no es la muerte, sino Dios, un pastor bueno que con su cayado nos acompaña, aunque caminemos por valles tenebrosos. Más aún, se anuncia que el soplo del Espíritu puede abrir tumbas y resucitar muertos. Muchos judíos, víctimas de los campos de concentración nazis, sobrevivieron o murieron confiando en el Dios de Israel, capaz de devolver la vida. El Islam cree en un paraíso.

Únicamente la aparición de Jesús de Nazaret, el Hijo del Padre hecho hombre, su vida, su muerte y su resurrección iluminan definitivamente el misterio de nuestra muerte. Jesús ha venido para darnos vida en abundancia, su Reino es vida, amor, perdón, justicia y misericordia. Jesús cura enfermos y resucita muertos, él es la resurrección y la vida, el que crea en él, aunque haya muerto, vivirá para siempre.

La Semana Santa no termina el viernes santo con la cruz y la procesión del santo sepulcro. Ángeles anuncian a las mujeres que iban con aromas al sepulcro, que Jesús no está allí, ha resucitado y se manifestará a sus discípulos en Galilea. Los relatos de las apariciones expresan de forma simbólica algo real: Jesús vive, su cuerpo glorioso mantiene las llagas y la herida del costado, consuela a los que huyen desanimados, posibilita una pesca abundante, comparte comidas con los discípulos, les confiere el Espíritu, este Espíritu por el que el Padre resucitó a Jesús de entre los muertos, como primicia de toda la creación y que resucitará a quienes sigan su estilo de vida.

No desparecen todos nuestros interrogantes sobre la muerte, estamos ante un misterio, pero tenemos la luz de la Pascua que nos ilumina. Todo lo bueno, honesto, hermoso y justo de nuestra vida, de la historia y de la tierra, nuestra familia y nuestras amistades, nada perecerá, todo se transfigurará. Mientras vivamos tenemos el compromiso de ayudar a liberar la sociedad y la tierra de toda injusticia y de toda muerte, pero esta tarea es esperanzadora, la luz de la Pascua nos acompaña. La gran misión de la Iglesia, su alegre buena noticia y su única riqueza es poder anunciar a Jesús muerto y resucitado.

Frente al NIHIL, NADA del sepulcro y de muchos escepticismos, la Iglesia nos ofrece la esperanza de la Pascua, la muerte como un nuevo nacimiento a una vida nueva y sin ocaso en Cristo.            

Víctor Codina


31 de marzo de 2023

FAMILIA EN MISIÓN

Por
Ya tenemos la revista del primer trimestre del año 2023

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equipo de redacción

17 de marzo de 2023

¿Quién era realmente José de Nazaret?

Por

Al esposo de María y padre de Jesús muchos acuden como "intercesor de todo"



El relato de los evangelios, especialmente el de Mateo, presenta a José de Nazaret como un «hombre justo» (Mt, 1, 19) –o sea santo—piadoso, que ejerció de «padre» de Jesús y de esposo de María.

Fue un hombre que confió siempre en Dios a pesar de las numerosas dificultades que tuvo por delante: conocer el embarazo de la Virgen sin saber que venía de Dios, y que el que naciera sería llamado Hijo de Dios, y que le pondría por nombre Emmanuel.

Dios utilizó a sus ángeles para comunicar su voluntad a José: la revelación de la virginidad de María, la huida a Egipto, la vuelta de Egipto. Él siempre confió en Dios.

Nunca expresó la más mínima queja, a pesar de las dificultades que Dios le iba poniendo delante: el empadronamiento en Belén, la huida a Egipto y su vuelta a Nazaret.

Hasta cuando «perdió» a Jesús en Jerusalén y tras tres días de búsqueda, junto con María su esposa, lo encontró en el Templo hablando con los doctores de la Ley.

Un joven artesano

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José de Nazaret, además, aunque no lo dicen los evangelios, fue un hombre joven, no un viejo como a veces lo pintan para resaltar la virginidad de María de Nazaret.

Para hacer lo que hizo José se necesitaba envergadura, sentido de la iniciativa, mucha firmeza, no doblarse ante ninguna dificultad. Tal fue su obediencia. No una obediencia ciega, sino con sentido de iniciativa y responsabilidad.


Dios quiso que el que tenía que hacer de padre de su Hijo Jesús (y fue un verdadero padre), no fuera un hombre de alcurnia, que vivía en palacios, o que formara parte de la aristocracia sacerdotal de la época. Lejos de eso.

Era, dicen los evangelios, un artesano (faber), un trabajador como tantos otros en su tiempo. Con buen temple, con alegría y buen humor.

Además, tenía iniciativa y era un hombre trabajador. Cuando se desplazó a Belén y después a Egipto y finalmente a Nazaret, no podía alimentar a su familia de la caridad, sino de su trabajo.

Seguramente instaló talleres en Belén y Egipto, y finalmente en Nazaret. Todo ello requiere una gran adaptabilidad a la voluntad de Dios y vivir en cada momento en el ambiente que le tocó vivir, sin quejarse que si los egipcios, los de Belén, son esto o lo otro, que tienen trato difícil y costumbres distintas.

No se quejó, se adaptó.


Un hombre con una clara misión

Él, José de Nazaret, sabía que la gracia de Dios no le iba a faltar. Además, debió ser una persona simpática, de trato muy agradable, que se hacía querer.

Nunca olvidó su misión principal: cuidar de María su esposa y del Niño Jesús al que enseñó el oficio de artesano. Y siempre lo hizo, dice el Papa, con «ternura«.

No sabemos cuántos años vivió José de Nazaret. Sí podemos intuir su dulce muerte, al lado de Jesús y de María, que lo cuidaron hasta el último aliento de su vida.

ŚWIĘTY JÓZEF, PATRON DOBREJ ŚMIERCIUn santo muy querido

La carta apostólica del papa Francisco convocando un año dedicado a san José incrementará sin duda mucho la devoción a José de Nazaret.

Él fue proclamado santo patriarca de la Iglesia católica por el beato papa Pío IX hace 150 años, en la fiesta de la Inmaculada Concepción. Fue 16 años después de proclamar, el mismo Papa, el dogma de la Inmaculada (1854).

El papa Francisco tiene, en su habitación, una imagen de san José durmiendo y debajo de la cual va colocando papeles. Él mismo explica: «Cuando tengo un problema, una dificultad, la pongo debajo de san José para que lo arregle». San José durmiendo «cuida a la Iglesia».


Invocado en todo tipo de necesidades
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Madeleine Openshaw

Porque san José es intercesor de todo: de las familias, de los esposos, de la buena muerte, de la Iglesia Universal, de las vocaciones laicales y religiosas, de los sacerdotes, custodio de las vírgenes, de muchísimas instituciones eclesiásticas y religiosas.

Quien divulgó mucho la devoción a san José fue santa Teresa de Ávila, entre otros muchos santos y santas. Explicó la santa que la devoción a san José le venía desde que era pequeñita, de su madre.

Dijo que acudía a san José con frecuencia, y le llamaba su abogado e intercesor, y que le concedía cuanto le pedía. Los carmelitas han sido unos grandes difusores de la devoción al santo patriarca.


Año de san José

En 2021, cuando la Iglesia celebró el Año de San José convocado por el papa Francisco en su Carta Apostólica “PatrisCorde” (Corazón de Padre), no pocos se plantearon la pregunta ¿quién era realmente san José?

¿Qué clase de hombre era? ¿Cómo vivió en su tiempo? ¿Cuál era la misión que Dios le confió?




De la tierra al cielo

ŚWIĘTY JÓZEF
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Pasó muchas adversidades, pero era un hombre sencillo, que quería cumplir la voluntad de Dios. Por eso, el papa Francisco propuso aumentar nuestra piedad, nuestro trato personal con san José.

¿Está san José en cuerpo y alma a los cielos? Algunos santos, como san Juan XXIII, creían que san José resucitó y se encuentra en cuerpo y alma en el cielo (homilía el 26 de mayo de 1960, con motivo de la canonización de san Gregorio Barbarigo). El Papa aclaró que él lo creía así en su interior, pero no anunciaba doctrina alguna.

También lo creían el teólogo español Francisco Suárezsan Pedro Damián, san Bernardino de Siena, san Francisco de Sales, san Alfonso María de Ligorio, la venerable Madre María Jesús de Ágreda, Bossuet, san Enrique de Ossó y Cervelló y tantos otros.

La Sagrada Familia en cuerpo y alma a los cielos. ¿Por qué no?

Y un dato más para la historia. El día en que el beato Pío IX nombró a san José Patrono de la Iglesia universal, unos energúmenos se fueron a la residencia romana del Papa y gritaron «¡Muerte al Papa!». ¡Qué rabia tenía el diablo!


Salvador Aragonés - publicado el 12/01/21 - actualizado el 17/03/23

21 de febrero de 2023

75º ANIVERSARIO SFB en CONGO

Por
Desde el Congo nos envían documento de celebración, lo podemos ver el siguiente enlace de abajo.

Aniversario en Congo

Equipo de redacción


19 de enero de 2023

FAMILIA EN MISIÓN YA ESTA EN LAS REDES

Por
Ya tenemos la revista trimestral de la Familia, ahora a disfrutarla:

equipo de redacción

3 de enero de 2023

BENEDICTO XVI, UN PAPA TEÓLOGO, HONRADO Y BUENO.

Por
No me resulta fácil presentar a vuela pluma una breve semblanza de
Benedicto XVI porque él ha sido un Papa atípico y porque personalmente no
he sintonizado mucho con su teología.
Un Papa teólogo profesional en medio de Papas no teólogos.
Ninguno de sus predecesores más recientes en el pontificado fue un teólogo
profesional.
Pío XII (1876-1958) era un intelectual que hizo avanzar la reflexión bíblica,
eclesiológica y litúrgica, pero no fue teólogo de profesión, no comprendió la
Nouvelle théologie y depuso de su cátedra a varios teólogos franceses que
luego serían grandes teólogos del Vaticano II.
Juan XXIII (1881-1963) fue profeta y místico que movido por el Espíritu
revolucionó la Iglesia con la convocatoria del Vaticano II. Pero tampoco fue un
teólogo profesional.
Pablo VI (1897-1978), buen conocedor de la teología fue ante todo un hombre
de Iglesia que llevó adelante el Vaticano II, promovió el diálogo eclesial y el
anuncio del evangelio, pero al final de su vida se asustó ante la polarización
eclesial postconciliar.
Juan Pablo II (1920-2005), luego del breve pontificado de Juan Pablo I, fue un
gran actor social y pastoral que llevó la Iglesia al 2º milenio, pero no era un
teólogo profesional y quizás por esto mismo buscaría la colaboración de
Ratzinger.
Obviamente, a la muerte de Juan Pablo II, Ratzinger fue elegido Papa, el 19
de abril de 2005 y asumió el nombre de Benedicto XVI.
Las vicisitudes teológicas de Ratzinger
Josef Ratzinger, nacido en 1927 en Baviera, Alemania, fue un teólogo
profesional que participó en el Vaticano II como joven perito teólogo del
arzobispo de Colonia. Sus primeros escritos, como El nuevo pueblo de Dios,
muestran un talante abierto y renovador. Pero seguramente el impacto de
mayo del 68, del que sufrió las consecuencias siendo profesor en Tübingen y
las tensiones del posconcilio le afectaron mucho y se trasladó a Regensburg.
Desde entonces su teología se volvió tímida y conservadora.
En 1977 fue nombrado arzobispo de Munich por Pablo VI y en 1982 Juan
Pablo II nombró Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la fe.

Como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la fe Ratzinger mostró su
reticencia, no al Vaticano II, pero sí a las interpretaciones que se hacían del
Concilio y acentuó más la continuidad con la tradición que la novedad del
Vaticano II. Sus Documentos como Prefecto de la Doctrina de la fe son muy
restrictivos respecto a las Iglesias locales y a las conferencias episcopales,
critica el feminismo, las innovaciones litúrgicas, la exégesis histórico-crítica y
el diálogo inter-religioso. En 1984 promulgó una Instrucción de la
Congregación de la Doctrina de la fe muy dura contra la teología de la
liberación, compendio de todos los errores. Son los años duros del invierno
eclesial y de la sequía eclesial, con más de un centenar de teólogos
amonestados y censurados. El influjo teológico de Ratzinger en el pontificado
de Juan Pablo II fue tan grande que cuesta distinguir la música de Juan Pablo
II de la letra de Ratzinger.
¿Una conversión teológica?
Una vez elegido Papa, sin tener el carisma popular de Juan Pablo II, cambió
su estilo teológico y cuando se temía a un Papa inquisidor, su primera
encíclica no fue una crítica del relativismo, sino una defensa del amor de Dios,
“Dios es amor” (2005) y en su primer párrafo formuló genialmente, con gran
profundidad y sencillez, la esencia del cristianismo:
“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino
por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo
horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
Dos años más tarde, en la Conferencia Episcopal Latinoamericana de
Aparecida (2007), Benedicto XVI afirmó que la opción por los pobres forma
parte de nuestra fe cristológica. Y en otra ocasión advirtió que vamos hacia
una Iglesia pequeña y pobre, de cristianos convencidos, muy lejos del
triunfalismo de la Iglesia de cristiandad.
Como Papa escribió tres volúmenes sobre Jesús de Nazaret y al final del II
volumen comparó la situación eclesial actual con la tempestad de los
discípulos en el lago de Genesaret.
Un gesto de honradez y humildad
Inesperadamente, el 11 de febrero de 2013 Benedicto presentó su renuncia al
pontificado por motivos físicos de salud, un hecho profético, de gran humildad
y honradez, inusitado desde Celestino V en 1294.
Pero podemos preguntarnos si este gesto de renuncia se debe solo a su
estado de salud o bien representa una mezcla de decepción, impotencia y

fracaso de su teología y su pastoral, ante los grandes cambios de la sociedad
y la Iglesia. La barca de la Iglesia se tambalea en medio de la tempestad.
Retirado en el monasterio contemplativo Mater Ecclesiae dentro del Vaticano,
ha pasado sus últimos años en una vida ejemplar de silencio y oración y
aunque seguramente muchas actuaciones de Francisco le sorprendieron, no
ha querido nunca liderar a los opositores del Papa, ya que como repetía “Solo
hay un Papa, que es Francisco”.
Su muerte culmina una vida teologal honrada y buena, de fe profunda en el
Señor y de amor intenso a la Iglesia. Quizás su dimisión será lo que más se
recordará de la historia de su pontificado.
Que descanse en paz y pueda escuchar aquellas palabras “Ven siervo bueno
y fiel, entra en el gozo de tu Señor”.

Víctor Codina sj.

30 de diciembre de 2022

FELIZ DÍA SAGRADA FAMILIA

Por

FELIZ DIA de la SAGRADA FAMILIA

27 de diciembre de 2022

CUATRO NAVIDADES

Por

No es necesario ser experto en sociología religiosa para constatar que hay por lo menos cuatro tipologías o formas de celebrar la Navidad, aunque muchas veces se encuentren muy entrelazadas.

1.Está la Navidad del consumo y de la ideología del mercado, de las compras de regalos en los grandes centros comerciales, de Papá Noel, Coca Cola y el Black Friday. Se iluminan las calles de las ciudades, se celebra el solsticio del invierno en el hemisferio Norte y el del verano en el hemisferio Sur, se festeja el fin y el comienzo del año. Es una fiesta cívica, secular, cósmica, que se celebra incluso en países donde los cristianos son minoría.

2.Está la Navidad tradicional, una tradición de origen cristiano que forma parte de la cultura del mundo occidental: el encuentro familiar en Nochebuena con la gastronomía típica de cada lugar, árbol de Navidad con luces de colores, el pesebre con pastores, ovejas, montañas de corcho, musgo, río de plata y la estrella de Belén sobre la cueva. Hay regalos para los niños, que en algunos países los traen los Reyes Magos. Se cantan villancicos: “Noche de Paz”, “El camino que lleva a Belén” “Campana sobre campana”. Pero esto no significa que todos los que celebran esta Navidad sean creyentes, muchos son cristianos culturales, hijos de una cultura y de una tradición occidental o mediterránea. Navidad puede convertirse en una fiesta más, como otras fiestas sociales, deportivas o cívicas.

3. Hay quienes viven Navidad de forma solidaria y humanista, pensando en los demás, sobre todo en los marginados: niños enfermos, residencias de ancianos, gente de la calle, migrantes, etc. Hacen aportes a Caritas, recogen alimentos para gente sin hogar, regalos a niños del hospital, etc. Algunas de estas personas de buen corazón que desean que Navidad sea un tiempo de hogar y calor humano para todos, son personas cristianas; otras no lo son, mayormente jóvenes, muy sensibles a la justicia, que luchan por un mundo mejor y una sociedad alternativa más humana y con respeto a la tierra, pero que se encuentran alejados de la Iglesia.

4. Las personas cristianas creyentes celebran, como las demás, todas las tradiciones navideñas, fomentan el calor familiar y son personas solidarias con la gente marginada, también luchan por un mundo mejor y alternativo. Pero además poseen un fundamento último que les da un sentido nuevo y gozoso de la Navidad: han tenido la experiencia de que en el Niño de Belén se encierra un Misterio oculto, han escuchado como los pastores que ha nacido el Salvador, se han sentido atraídos por la bondad y misericordia de Dios que se revela en Navidad, se han encontrado con Jesús.

Como el ciego de nacimiento se han arrodillado y afirmado: “Creo, Señor”; como Tomás han repetido “Señor mío y Dios mío”; han dicho como Marta de Betania, “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”; han experimentado que Jesús es nuestro Hermano, que todos somos hijos e hijas del mismo Dios Padre/Madre y hemos recibido el Espíritu Santo que es vida, luz, fuego, perdón y alegría. Sin embargo, también repiten lo que el padre del joven epiléptico le dijo a Jesús. “Creo, pero ayúdame a tener más fe”.

Personas cristianas creyentes asisten a la misa de Navidad, reviven con toda la comunidad eclesial el Misterio del nacimiento de Jesús, comulgan y adoran al Niño, cantan villancicos con los demás y se llenan de una alegría que no es consumo, ni mera tradición occidental, ni ética humanista, sino una vida plena y un horizonte con esperanza de futuro.

La fe cristiana humaniza nuestro mundo, comunica la buena noticia de que Dios ha venido al mundo para quedarse con nosotros. Por esto, ni las crisis, ni la cruel guerra actual, pueden extinguir la luz de la Navidad que llega a todo el mundo y que ilumina las Cuatro Navidades.

¡Feliz y buena Navidad a todos, sean del grupo de sean!

¡“Campana sobre campana”!.

Víctor Codina

1 de diciembre de 2022

INTENCIONES EN LA ORACIÓN

Por
INTENCIONES PARA LA ORACIÓN DEL AÑO 2022
FAMILIA DE PEDRO BIENVENIDO NOAILLES
“VIVAMOS LA COMUNIÓN CELEBREMOS LA FAMILIA”


DICIEMBRE: Comunidad apostólica de Jaén, comunidades apostólicas de Madrid (D. Ramón de la Cruz, San Blas, Francos Rodríguez), grupo de asociados laicos de Horcajo de Santiago (Cuenca)

18 de noviembre de 2022

NUEVO CONSEJO

Por

¡Ya tenemos nuevo Consejo!



El domingo día 13 a las 5 de la tarde nos hemos reunido las comunidades de Pinto, Getafe, Fuenlabrada, S. Blas, y Francos Rodríguez junto con la comunidad de D. Ramón de la Cruz, para acompañar al nombramiento del nuevo Consejo, presidido por Anunciación Esteve.

            Comenzamos con un largo tiempo de oración. Transcribimos unas palabras tomadas de la carta de Ana María Alcalde …”Estais empezando una nueva etapa, y os invito a discernir lo que os pide hoy el seguimiento de Jesús y la participación en su Misión, desde el Carisma Sagrada Familia. El Carisma no es algo estático, sino que su vitalidad exige una fidelidad creativa que tiene en cuenta la realidad del contexto”. Y continúa “Si escucháis las llamadas del Capítulo General, no podéis eludir el proceso de trasformación personal, comunitaria, institucional y de respuesta a las nuevas necesidades de vuestra realidad…”

Anunciación dio lectura el documento oficial del nombramiento e instalación del nuevo Consejo de la Provincia y terminamos con un Powerpoint con el Acto de Abandono de P.B.N.

Después de abrazar a cada una: Sabina Riaño, Marian Murcia, Pilar García Lapido, Dori Martín y Mª Ángeles Berástegui, prometiéndoles nuestro apoyo y oración pasamos una riquísima merienda – cena que la comunidad de la Casa Provincial nos ofreció.
















Madrid; D. Ramón de la Cruz

13/11/2022

25 años de asociado

25 años de asociado

Último compromiso Pozuelo julio 2019

Último compromiso Pozuelo julio 2019

Imagen en la Isla

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MONASTERIO de OTEIZA

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Horarios de Eucaristías: días laborables a las 7,50 h. y Domingos y festivos a las 10,30 horas

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