OXFAM INTERMON queremos
aprovechar esta oportunidad para presentar Tiempo para el cuidado, nuestro último informe sobre Desigualdad.
"LOS CUIDADOS, LO QUE EL
CAPITALISMO NOS DEJÓ"
Ha llegado el momento de reevaluar nuestras
prioridades económicas, y de que los Gobiernos inviertan en construir
una economía más humana, feminista y al servicio de toda la ciudadanía,
incluyendo a las mujeres más pobres y a los colectivos excluidos.
"TIEMPO PARA EL CUIDADO"
En Davos, una serie de poderosos deciden por dónde les interesa que vaya el mundo
económico… a costa de quien sea… Queremos aprovechar este momento para
presentar Tiempo para el cuidado, nuestro nuevo
informe. En él denunciamos que el sistema económico actual, que genera
una distribución injusta de la riqueza y una grave crisis climática, está
sostenido gracias a los 12.500 millones de
horas de trabajo de cuidados no
remuneradas que realizan niñas y mujeres, cada día, en todo el
mundo. Horas que estas mujeres y niñas no dedican a otras cosas como por
ejemplo su propia formación escolar y profesional, su propio desarrollo.
Sabemos que la desigualdad económica está
construida sobre la desigualdad de género, ya que el modelo dominante del
capitalismo promueve y se aprovecha activamente de las creencias sexistas
tradicionales, que restan autonomía a las mujeres y dan por hecho que ellas van
a ocuparse de este tipo de trabajo, negándoles la posibilidad de ser valoradas.
¿Somos conscientes de lo importante que es el
trabajo de cuidados para nuestras sociedades y nuestra economía? Son
actividades como el cuidado de los niños y niñas, de las personas mayores o las
personas más vulnerables, además de las tareas domésticas diarias como cocinar,
lavar, coser o ir a buscar agua y leña. Si nadie invirtiese tiempo,
esfuerzo y recursos en este tipo de actividades, economías enteras se
colapsarían por completo.
De hecho, se prevé que debido al crecimiento y
envejecimiento de la población mundial, para
el 2030 habrá 2.300 millones de personas que necesitarán cuidados, 200
millones más que en 2015. Un volumen y una presión terribles para las personas
que se dedican al trabajo de cuidados.
Podríamos
dar un giro a la situación implementando medidas que cierren la brecha entre
ricos y pobres, y contribuyan a garantizar los derechos de las personas
que asumen el trabajo de cuidados. Como por ejemplo: con un incremento de
tan solo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del
1% más rico de la población mundial durante los próximos 10 años, se recaudarían
fondos suficientes para crear 117 millones de puestos de trabajo de
cuidados en sectores como la educación, la salud, el cuidado infantil y la
asistencia a las personas mayores.
Ha llegado el momento de reevaluar nuestras
prioridades económicas, y de que los Gobiernos inviertan en construir
una economía más humana, feminista y al servicio de toda la ciudadanía,
incluyendo las mujeres más pobres y a los colectivos excluidos.