Estoy aquí, frente a los pingüinos que me miran con
curiosidad. No lo saben, pero mi especie es responsable de que su clima cambie
a pasos agigantados. Algunas regiones de la Antártida se están calentando tres
veces más rápido que otras partes de la Tierra. De hecho, hace poco se ha
registrado el día más cálido de su historia: 17.5°C.
La Antártida es un
desierto helado lleno de vida que debería estar más allá del alcance del
impacto del ser humano, pero no hay ningún lugar en este planeta que esté
fuera del alcance de nuestra fuerza destructiva. Necesitamos proteger los
océanos de amenazas como el cambio climático, la contaminación por plásticos o
la pesca industrial.
Elian Brum es periodista en El País y VA a bordo del barco Esperanza en la
Antártida.