Hoy celebramos 200 años de la bendición milagrosa que vino a confirmar la Presencia de Jesús entre nosotros, y que “bendice” la misión confiada a la Sagrada Familia para continuar viviendo y ofreciendo comunión a nuestra Humanidad, que hoy atraviesa una crisis sin precedente y cuyas dimensiones y duración no llegamos siquiera a vislumbrar.
La celebración del Bicentenario, nos de la oportunidad de reavivar en nosotros la esperanza en el amor de Dios que nos bendice y nos envía, allí donde vivimos, a compartir esta Bendición con otros en forma de cuidado, consuelo, solidaridad…
Desear que la Bendición,
- Nos colme de alegría y gratitud.
- Aliente e ilumine nuestros pasos para caminar humildemente en su Presencia.
- Reavive la fidelidad a la propia vocación y nos dé nuevo ardor en la misión.
- Renueve la confianza en Jesús que nos sigue llamando cada día, a caminar con María y José en este tiempo de incertidumbre.
Feliz día a todos