Teodora García Izquierdo llegó a esta comunidad de Frómista en enero de 2016, vino directamente del Hospital de Burgos, donde había ingresado en noviembre de 2015 a causa de un ictus.
Su estado era muy grave. Es admirable cómo ha vivido estos casi 5 años aquí con nosotras. Con su sonrisa siempre presente manifestaba la paz que la inundaba.
Desde el primer día asumió su situación plenamente, dejándose cuidar con una naturalidad y sencillez que a todas nos impresionaba. El personal que la atendía gozaba cuando estaban con ella.
“Querida Teodora, la situación de la pandemia que sigue acompañándonos, nos obliga a reducir la presencia para despedirte y sobre todo para decirte gracias del grato recuerdo que nos dejas. No olvidaremos tu rostro de paz, tus sonrisas, a ve-ces una lágrima corría por tu rostro que nos hacía comprender lo que nos querías decir porque era la manera con la que nos podías contestar. Si, una enfermedad larga, muy larga y que tu conscientemente sin poder expresarlo has vivido heroicamente. Querida Teodora gracias, pues no tenemos palabras para expresar el recuerdo que nos dejas.
Jesús, María y José nuestros protectores y también el Buen Padre te habrán acogido en el cielo con alegría donde vamos agrandando la Familia allá arriba según va disminuyendo en la tierra.
No queremos que esta celebración sea un recuerdo triste, sino una acción de gra-cias por la vida de generosidad de Teodora.”
Estas palabras leídas en la Eucaristía de despedida expresan muy bien la huella que ha dejado Teodora en la Comunidad.
LA COMUNIDAD DE FRÓMISTA