Mis observaciones
Las participantes estaban contentas y
acogedoras aunque llevan dentro sus dolorosas experiencias. Son personas
capaces de dejar de lado su sufrimiento personal y alegrarse juntos. Están en
un proceso de sanación y esto les da esperanza. Parece que hay una unión fuerte
entre los participantes. Son capaces de alegrarse del éxito de cada uno. Son
muy creativos de muchas maneras. Esperan los encuentros del domingo porque
encontrarse y compartir da energía para continuar viviendo. Yo les he oído
decir continuamente que lo que más aprecian no es la ayuda material, sino el
apoyo que reciben para construir sus propias vidas. Parece que aprecian las
relaciones que tienen entre ellos y con los miembros de nuestra Familia
comprometidos en el proyecto.
Una
cuestión importante
El año va a terminar. ¿Al final del
año, podemos decir: el primer año de la preparación del jubileo ha pasado y por
lo mismo el proyecto ha terminado? ¿Cómo podemos asegurar una transición suave
de manera que el proyecto sostenido gracias a la ayuda de toda la Familia se
convierta en un proyecto que continúa por sí mismo? Tenemos que tener presente
esta cuestión mientras avanzamos hacia el momento de la conclusión.
La hermana Winie desde Roma visitó Sri Lanka